
Rommel Pacheco y las señales políticas en la mañanera
Para algunos es mejor irse
El suicidio es un problema de salud pública cuya prevención se complica por la burocracia. México, al igual que el resto del mundo, enfrenta un incremento de conducta suicida en niños y adolescentes.
Los suicidios en la población joven mostraron un aumento del 100 por ciento en la última década, al pasar de 52 casos en 2013 a 104 en 2023.
El 2023 representa el año con más suicidios en la última década en la población general con un total de 228 notificaciones, de los cuales, 187 fueron hombres y 41 mujeres.
Tan sólo en los pasados cinco años, la tasa de suicidio en entre niños y jóvenes se incrementó en 20 por ciento y muestran una tendencia preocupante: Los datos del Inegi señalan que la tasa de suicidio entre jóvenes de 15 a 19 años pasó de 6.9 por cada 100 mil habitantes en 2016 a 7.7 en 2022 para el siguiente el incremento continuó.
Entre las causas posibles se mencionan: problemas Familiares; problemas de salud mental; trastornos mentales no tratados; presión social y académica; expectativas Irrealistas; violencia y trauma; factores económicos; pobreza y exclusión y estigmatización.
Esta situación se refleja en las entidades que integran la Región Pacífico Sur donde la tasa general de salidas por la puerta falsa entre niños y adolescentes es de 7.1 por ciento, pero no por su menor incidencia sino porque en muchos casos no se registra como suicidio, el sub registro podría modificar drásticamente la tasa y las dimensiones del problema.
El INEGI, refiere que el suicidio es la cuarta causa de muerte en Chiapas. La primera causa son los accidentes, el segundo lugar es la violencia, los tumores malignos ocupan la tercera causa, por lo que ante esta realidad se debe atender este problema porque impacta a uno de los valores primordiales que es la vida y la existencia.
En 2016, la tasa de suicidio para la población de 15 a 19 años fue de 6.9 por cada 100 mil habitantes, pero en 2022 ese índice subió a 7.7, mientras en los niños de 10 a 14 años pasó de 2 a 2.1 por cada 100 mil habitantes en ese mismo periodo.
La depresión es una de las primeras causas que orillan al suicidio a personas jóvenes en México y especialmente en la región Soconusco de Chiapas, de acuerdo con especialistas en la materia, tan solo en el 2021 se contabilizaron 27 casos de suicidio, sin embargo, en este 2022 ya van más de 33 lamentables decesos de este tipo.
Pero lo que está preocupando a expertos es que cada vez se reduce la edad de los suicidas, pues en los últimos casos, se señala a niños de entre 10 a 14 años.
Los municipios con mayor incidencia de suicidios en Chiapas durante el período señalado incluyen Tuxtla Gutiérrez, Tapachula, San Cristóbal de Las Casas y Comitán.
Dentro de Guerrero, tiene un indicador de 1.4 por cada 100 mil habitantes, el más bajo de todo México, aunque las propias autoridades de la entidad reconocen que esa estadística no refleja la realidad y subestima el problema, al tiempo que fallan la prevención y la atención a la salud mental.
Es la tasa más baja en el país, (pero) esto se da no porque no existan los casos de suicidio, sino porque no se registran como tal.
Los municipios guerrerenses donde se contabilizan más suicidios son Iguala, Acapulco y Chilpancingo, en tanto que algunos factores sociales de riesgo son el abuso sexual, la violencia de género, la pobreza y la falta de acceso a servicios de salud, detalló el funcionario.
En Michoacán, en 2023, los problemas de salud mental derivaron en la muerte autoinducida de 19 menores de edad de entre 7 y 17 años, de acuerdo a cifra oficiales de la Fiscalía General del Estado.
En el periodo de 2000 a 2022, la entidad se posicionó en el peldaño 15 a nivel nacional de muertes de menores de 10 a 17 años pro suicidio con 26 casos, es decir, el año pasado murieron casi la misma cantidad que en 22 años en todo el territorio, la tasa de suicidios es de 3.7 casos por cada 100 mil habitantes.
En Oaxaca durante los dos últimos años, la muerte por suicidio alcanzó la cifra de 403 fallecimientos, se estima que por cada caso hay 20 intentos previos, lo que significa que el incremento de la tasa estatal de esta problemática de salud pública fue de 53 por ciento.
El suicidio infantil y juvenil en México es un fenómeno complejo influido por múltiples factores interrelacionados. Abordar este problema requiere un enfoque integral que promueva la prevención, el acceso a servicios de salud mental y el apoyo familiar y comunitario. La intervención temprana y la creación de redes de apoyo efectivas son esenciales para reducir el riesgo y mejorar el bienestar de los jóvenes.
Hay para quienes es más fácil morir que soportar sin tregua una vida llena de amarguras, diría la abuela.