Teléfono rojo
Cuando se mueve la tierra
México es un país altamente sísmico por su ubicación geográfica y, debido a ello, es que todos los días se registran temblores de baja magnitud y otros que activan la alerta sísmica. Es un territorio con alta actividad sísmica, esto ha llevado a que los expertos estudien con frecuencia este fenómeno natural con la finalidad de tener un mayor control sobre los movimientos telúricos que ocurren en el país.
Son seis estados los que cuentan con una mayor sismicidad en comparación de otras entidades, esto se debe a que se encuentran sobre las placas oceánicas de Cocos y Rivera que chocan con las de Norteamérica y del Caribe sobre la Costa del Pacífico.
Las entidades con mayor presencia de sismos son Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, que integran la Región Pacífico Sur, además de Colima y Jalisco, de acuerdo con los datos del Servicio Sismológico Nacional. En las tres primeras entidades ocurrieron el 80 por ciento de los terremotos.
La ocurrencia de sismos durante 2024 refleja que Chiapas se ubica en el tercer lugar, por detrás de Oaxaca y Guerrero, que ocupan el primero y segundo lugar respectivamente.
Desde el año 1900 hasta el 30 de septiembre de 2020, se han registrado 20 eventos sísmicos de magnitudes mayores a 7 en el estado de Chiapas y alrededores. Muchos de estos eventos han causado daños y afectaciones importantes a diversas poblaciones en el estado.
El evento significativo más reciente ocurrió el pasado 14 de agosto. Un primer sismo tuvo lugar a 107 kilómetros de Ciudad Hidalgo y tuvo magnitud de 4.2; el segundo temblor se registró al noroeste de Cintalapa, con magnitud 4.
A las 15:21 horas se registró un segundo sismo de magnitud 5.3 a 293 kilómetros al sureste de Ciudad Hidalgo, Chiapas, con una profundidad de 10 kilómetros.
Guerrero ha registrado 3,138 sismos, de los cuales solo 2 han superado los 5 grados en la escala Richter. El 12 de agosto de 2024 en Ometepec, Guerrero, se reportó un microsismo a las 13:58 horas, pero con epicentro a 39 kilómetros al suroeste de Ometepec, Guerrero; el temblor fue de magnitud 2.9 y se produjo a 25.8 kilómetros de profundidad.
Michoacán también registró movimientos telúricos durante el año en curso y el 12 de septiembre
Coalcomán fue el epicentro de un sismo de 4.1 de magnitud que sorprendió este a los pobladores michoacanos. El temblor ocurrió 54 km al sureste de la ciudad y tuvo una profundidad de 30.4 km, de acuerdo con la información preliminar del Servicio Sismológico Nacional (SSN).
El 9 de septiembre un temblor de magnitud 4.0 se generó cerca de La Mira, el sismo tuvo un epicentro 62 km al suroeste de la ciudad, en el estado de Michoacán, con una profundidad de 10 km y fue percibido por los habitantes de la localidad.
La frecuencia mayo de sismos durante este 2024 la tiene Oaxaca pues el 1 de agosto en Tlacolula, Oaxaca se reportó un temblor de magnitud 4.6 otro ocurrió el 12 de agosto de 2024 se al este de Unión Hidalgo, Oaxaca; el temblor fue de magnitud 3.2 y se produjo a 104.1 kilómetros de profundidad.
En esta entidad se registró el terremoto más fuerte en la historia de lo que hoy es México. Ocurrió el 28 de marzo de 1787, su epicentro fue en Oaxaca, tuvo una magnitud de 8.6. El movimiento fue tan violento que hizo no solo que la tierra se estremeciera, además, provocó un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.
Establecer el impacto económico de estos fenómenos naturales es difícil, ante la falta de datos duros. Pero aun en el caso de contar con información más veraz, ésta se obtiene con un rezago significativo, posiblemente hasta de años después.
En la Región Pacífico Sur, los temblores tienen efectos devastadores que pueden causar un daño económico considerable en el corto plazo. La capacidad de recuperación varía dependiendo de la magnitud del daño, la eficiencia en la respuesta y la resiliencia de la economía local.
En realidad, el humano es el epicentro de todos los temblores, diría la abuela.