México ante su mayor amenaza
Covid 19, en aumento
El incremento en contagios de Covid-19 en países de Asia y Europa ha levantado las alertas sobre una eventual segunda ola de infección por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, a ocho meses de que se originó el mal en la provincia china … y aun cuando muchos países ni siquiera han experimentado un primer descenso.
la crisis del coronavirus está “lejos de terminar” y existe la necesidad de una mayor cooperación multilateral para garantizar suministros adecuados una vez que se desarrolle una vacuna contra la enfermedad.
A pesar de que el mundo ha aprendido a vivir con el virus, una recuperación plena es improbable si no hay una solución médica permanente
Al menos 128 vacunas están en desarrollo y 37 llegaron a ensayos en humanos escribieron, pronosticando 90% de posibilidades de desarrollar un producto exitoso. Pero se necesita la cooperación mundial para asegurar una producción oportuna, suministros adecuados para todos los países y una distribución equitativa.
El Covid-19 ha dejado casi muertos en todo el mundo, y se estima que el costo total de la crisis alcanzará los 12 billones de dólares para fines del 2021 por lo cual es probable que los países de bajos ingresos necesiten un apoyo continuo.
Desde el comienzo de la epidemia más de 30 millones 556 mil 040 personas contrajeron la enfermedad. De ellas, al menos 20 millones 629 mil se recuperaron. al menos 953 mil 025 han muerto.
Por lo tanto los gobiernos deben ser cautos en la manera en que distribuyen recursos que son escasos y habrá empresas que inevitablemente quebrarán, en especial en industrias como el turismo.
Las estimaciones más conservadores concluyen que la pandemia de coronavirus podría provocar la pérdida de entre 100 y 120 millones de empleos turísticos durante este año ocasionando una pérdida del 1.5 a 2.8% del PIB mundial.
En el caso de México, en el peor escenario se prevé un impacto de entre 3 y 5 porcentuales en el PIB turístico y a ello debemos sumarle el manejo deficiente de la crisis no solo a nivel nacional sino también local.
En medio de la peor crisis que enfrenta el turismo por el COVID-19 y los problemas de inseguridad, la estrategia de promoción no termina de cuajar y ha dañado la imagen de Guerrero y de sus destinos de recreo.
El punto clave es la inexistencia de una política pública de promoción turística y ante el contagio del Covid 19 se ha buscado paliar el impacto político económico sin atender al diseño de nuevas estrategias que se hacen necesarias en este segmento económico.
Las autoridades del ramo, al igual que algunos agentes de la actividad económica en cuestión no quieren asimilar que el turismo es mucho más que visitar monumentos culturales o nadar en playas tropicales, es la tercera categoría de exportación más grande del mundo (después de los combustibles y los productos químicos) y en 2019 representó el 7 por ciento del comercio mundial.
Cuando finalmente se logre controlar la crisis sanitaria, las dinámicas de consumo habrán cambiado instigadas por la desconfianza, la austeridad y la incertidumbre; variables que seguirán influenciando la toma de decisiones del consumidor, especialmente en las lógicas de los viajeros por tanto debemos afrontar los retos de la crisis del COVID-19,
El sector turístico tiene la responsabilidad de apoyar en todas las medidas de contención y prevención de la pandemia actual. No se trata de abrir las puertas de restaurantes, centros nocturnos, bares, hoteles y condominios y abrir los bolsillos para que caiga el dinero.
El desacato a las medidas de prevención sanitaria podría llevarnos a escenarios difíciles de superar y sobre todo a dar el tiro de gracia a una actividad cada vez más desgastada.
Las conductas que están desarrollando prestadores de servicios en Europa y Asia incluyen estas medidas: cancelación de viajes sin penalización, ofreciendo hoteles como espacios para hospitalización de pacientes y permitiendo al cliente aplazar sus planes de viajes. Igualmente, es menester de las empresas de turismo, trabajar de manera cooperativa para recuperar la confianza de los consumidores y recuperar las economías locales y regionales en la post-crisis.
En contraparte se han sistematizado conductas de los paseantes como: Limitaciones a viajar – por limitación de vuelos, por las prohibiciones de entrada en ciertos países o por el establecimiento de controles sanitarios a la llegada (y la posibilidad de que te pongan en cuarentena si tienes fiebre)
El miedo y la desconfianza que la crisis ha generado al hecho de estar rodeados de gente.
La recesión económica que hará que muchísima gente tenga menos dinero para viajar, o que simplemente no se lo pueden permitir.
Todo el mundo está hablando de cuándo se volverá a la normalidad. Bueno, el hecho es que será una “nueva” normalidad y no será cuestión de meses, sino más de un año. Estos procesos tampoco serán iguales en unos destinos y otros.
El gran problema para el crecimiento del sector turístico será la incertidumbre y no se recuperará del todo hasta que no haya un tratamiento eficaz o se descubra una vacuna que inmunice ante el COVID-19.
esta pandemia creará un cambio psicológico y durante el primer año muchos turistas preferirán viajar a destinos cercanos en su propio punto de origen, o bien a sitios donde la pandemia no haya sido demasiado intensa (si es que hay alguno así dentro de unos meses…).
Por ahora, lo que tenemos ya ante nosotros es una nueva expansión de los contagios por el Covid 19 y el escenario de la destrucción económica podría más a lo que ya se percibe.
No siempre se debe esperar a que la tormenta pase, a veces debemos aprender a bailar en medio de ella, diría la abuela.