![](https://guerrero.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/Medula-107x70.jpg)
Médula
Nuevos fuegos
Para entender el caso Cienfuegos, se hace necesario revisar desde la historia detrás del ex funcionario mexicano hasta el modo de entender la relación del gobierno federal y las fuerzas militares, pasando por las declaraciones del presidente López Obrador y del Canciller Marcelo Ebrard.
La actitud para ambos gobiernos es mayoritariamente negativa. Los negativos apuntan a Donald Trump en la Unión Americana La opinión pública señala que abandonó un caso sólido contra la delincuencia organizada. En México, por otra parte, hay una mayor presencia de positivos derivado del tem de la soberanía nacional y el compromiso empeñado por la FGR en cuanto al combate a la corrupción y sobre tratamiento del caso.
La esperanza de ver encarcelado a Salvador Cienfuegos Zepeda por parte de los funcionarios estadounidenses quedó en ruinas luego de que México exoneró al otrora funcionario, el general Salvador Cienfuegos, sin un juicio el pasado 15 de enero
Los estadounidenses dijeron que les habían enviado abundantes pruebas que vinculaban al general con el cartel del “H-2” cuando fue devuelto a México, en noviembre.
Para demostrar que el narcotraficante Juan Francisco Patrón Sánchez, conocido como H-2, contó con la protección de Cienfuegos a cambio de sobornos, el Departamento de Justicia envió a las autoridades mexicanas, recoge en más de 700 páginas miles de mensajes de teléfono celular interceptados entre diciembre de 2015 y febrero de 2017 en los que presuntamente se hace referencia o interviene el militar.
El expediente, que incluye fotografías y documentos, ha sido revelado horas después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenara su publicación ante la exoneración del general de los cargos que le imputaba Washington.
Las pruebas sobre Patrón Sánchez, según la DEA, incluían “unas referencias a Cienfuegos Zepeda como Padrino y Zepeda” y consistieron en unas capturas de pantalla de mensajes que Cienfuegos Zepeda intercambió con Silva Gárate y que fueron compartidos entre Silvia Gárate (alias H-9) y Patrón Sánchez (H-2).
Asimismo, las pruebas incluían unas capturas de pantalla de unas comunicaciones de Cienfuegos Zepeda sobre unas reuniones de la DEA con sus homólogos del Gobierno mexicano acerca de una investigación que tenía como objetivo a la organización del tráfico de drogas de Patrón Sánchez.
Es posible que las pruebas difundidas no sea todo lo que tienen en EE UU. Y si es todo, es muy poquito. En todo caso habría que exigir ver la investigación de la FGR. Lo que es claro es que si la evidencia son las conversaciones entre el H9 [alias del capo Daniel Silva] y H2 entonces no tienes nada. Así existen docenas de investigaciones y de pruebas contra capos.
La evidencia asume que el Cienfuegos del chat es el verdadero Cienfuegos. Eso es inverosímil por dos cosas. Primero, es difícil creer que el secretario iba a escribirse personalmente con un capo de poca monta. Y segundo, es increíble creer que escriba de ese modo.
Otro aspecto a considerar es que esa documentación se le dio a Relaciones Exteriores bajo la condición de confidencialidad. Darla a conocer ayuda a transparentar el caso (si bien todavía es insuficiente porque desconocemos la investigación de la FGR) y, además, es un signo de dureza que no puede sino leerse junto a la nueva ley sobre agentes en México. Es una señal de fuerza que le puede costar mucho a la relación bilateral.
También hay que considerar qué tanta información envió EE UU a México y qué tanta ha sido ahora revelada por México.
El jurista subraya que el núcleo duro del caso está en el expediente armado por el fiscal en funciones en Brooklyn, Seth DuCharme.
El arresto y la pronta liberación de este militar han evidenciado importantes puntos débiles para el actual gobierno mexicano: su poca efectividad en la lucha anticorrupción, por un lado, así como su incapacidad para investigar a miembros de la milicia mexicana y la delicada relación diplomática entre los gobiernos de ambos países, por el otro.
La liberación del general también ha sido leída como fortalecimiento entre la relación entre López Obrador y el ejército mexicano, además abre preguntas sobre el ejercicio del poder al interior de esta institución que ha sido vinculada a casos muy graves de violación a los derechos humanos, como son la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y la masacre de Tlatlaya, donde fueron asesinados 22 civiles a manos de militares, ambos ocurridos durante el sexenio de Peña Nieto.
Pese a su exoneración, el caso del general Cienfuegos pondrá un punto y aparte en las relaciones de México con el gobierno de Estados Unidos, sobre todo en lo que se refiere a la presencia de la Administración de Control de Drogas (DEA, por su sigla en inglés) estadounidense.
Una mentira puede parecer la solución para salir del presente, pero no tiene futuro, diría la abuela.