El agua, un derecho del pueblo
La infancia sin sonrisa
En México las niñas, niños y adolescentes son víctimas de una crisis de niñez desaparecida y de violaciones a sus derechos humanos y que siguen siendo invisibilizadas y poco valoradas en materia de desapariciones.
el número de infancias desaparecidas en México se tiene el registró a partir del año 1964 de 82,328 niñas, niños y adolescentes que han sido registrados como desaparecidos en México hasta el 25 de octubre de 2021 de un total 19.9% continúan desaparecidas a la fecha, siendo 8,518 de ellas mujeres y 6,952 hombres, las mujeres representan 55.2 por ciento de estos casos y las restantes 65,950 personas de 0 a 17 años fueron localizadas, aunque el uno por ciento de estas desapariciones (710 casos) fueron halladas sin vida.
A nivel nacional 1 de cada 2 (54.3%) niñas y niños menores de seis años se encuentra en condición de pobreza multidimensional, lo que se agudiza a nivel subnacional.
En la Región Pacífico Sur, esta situación se vive con singular dramatismo en cada una de las entidades. Covid, violencia, pobreza, marginación y explotación continúan formando parte de la realidad de los infantes.
Chiapas (83.6%) y Guerrero (75.6%) se encuentran entre las cinco entidades del país con los niveles más altos de pobreza en la primera infancia..
En 2020 el estado de Chiapas registró una cifra récord en el reporte de desaparición de menores con casi tres veces superior al número registrado en 2019 pasando de 183 en 2019, 384 en 2020 y 625 en 2021 de los cuales casi 4 de cada 10 son indígenas y 30% de las personas entre 0 a 17 años de edad aún no ha sido encontrado; lo que significa además que cada 2 días desaparecieron al menos tres (3) niños, niñas y adolescentes.
En lo que va de este año da cuenta de al menos 112 registros de desapariciones de niños, niñas y adolescentes reportadas en Chiapas hasta el 13 de marzo, de los cuales 52 por ciento fueron localizados siendo 8 sin vida entre ellos 4 provenientes de países de Centroamérica y El Caribe y 75 por ciento eran mujeres, 9 de cada 10 son adolescentes entre 12 y 17 años de edad.
Guerrero es una de las 20 entidades que vio aumentar la pobreza infantil durante el periodo 2018-2020. El 75.6 por ciento de niñas y niños guerrerenses menores de 6 años vive en condición de pobreza, y se tiene el segundo porcentaje más alto del país.
El porcentaje se estima en 258 mil 244 menores. En pobreza extrema es de 33.8 por ciento, también el segundo más alto y se calcula en 115 mil 11 infantes. El 38.2 por ciento de los menores de 6 años no tienen acceso a una alimentación nutritiva y de calidad por falta de dinero, el segundo porcentaje
más alto del país. Entre 2018 y 2020 el porcentaje de pobreza creció 0.6 puntos porcentuales.
El porcentaje de Guerrero de carencia por acceso a la seguridad social es de 81.5 por ciento, por debajo del. 83.6 de Chiapas y muy por encima de 58.5 por ciento de promedio nacional.
La carencia de calidad y espacios de vivienda asciende al 33.9 por ciento de la población infantil guerrerense, la proporción más grande del país que tiene de promedio 14.9 por ciento. En cuanto a los servicios básicos en la vivienda, el porcentaje del estado es de 63.7 por ciento, también el más alto del país, cuyo promedio es de 21.8 por ciento.
Las niñas y los niños de Michoacán no son diferentes, viven en un grado de vulnerabilidad más alto, con diferencias étnicas, económicas y sociales más marcadas. De la población total en la entidad, 1 millón 304 mil 279 son niños y niñas de 0 a 14 años, que representan el 30% de los michoacanos, de entre los cuales algunos niños transcurren esta etapa sin la protección ni la procuración de derechos necesarios para forjar una vida digna en el futuro.
La educación y la salud es uno de los principales indicadores en torno a los cuales puede realizarse un análisis sobre las oportunidades de desarrollo.
Oaxaca ocupa el segundo lugar en rezago social a nivel nacional y, de los 125 municipios de menor Índice de Desarrollo Humano en el país, 59 son oaxaqueños; casi todos ellos indígenas, por lo tanto, también el principal reto es aumentar el nivel educativo, mejorar el acceso a la salud y erradicar el trabajo infantil.
El cumplimiento del derecho a la educación en Oaxaca se ubica en el contexto complejo, caracterizado, por los desafíos socio demográficos por un panorama político conflictivo, derivado de la confluencia de diversos intereses: directivos, alumnos, padres de familia, autoridades locales, maestros y dos secciones sindicales, entre otros.
La proporción de niñas, niños y adolescentes que trabajan en Oaxaca es superior al promedio nacional pues, además, una cantidad considerable de los menores de 14 años, que se encuentran por debajo de la edad mínima legal para trabajar, lo hacen cotidianamente.
Para algunos la infancia es un cuento de hadas, para otros es un infierno que continua en la edad adulta, diría la abuela.