
Rommel Pacheco y las señales políticas en la mañanera
La violencia ácida
Las agresiones con sustancias corrosivas hacia las mujeres se extienden rápidamente. Su poca trascendencia mediática y, fundamentalmente la falta de procedimientos jurídicos, van tejiendo una ausencia de justicia para agresión que marca emocionalmente. La alta tolerancia del Estado mexicano hacia la violencia contra las mujeres ha provocado que más del 90 por ciento de los ataques con ácido perpetrados se encuentren impunes.
El Código Penal Federal, en el apartado de delitos contra la Vida y la Integridad correspondiente a lesiones, indica que “se impondrán de cinco a ocho años de prisión al que infiera una lesión de la que resulte una enfermedad segura o probablemente incurable, la inutilización completa o la pérdida de un ojo, de un brazo, de una mano, de una pierna o de un pie, o de cualquier otro órgano; cuando quede perjudicada para siempre, cualquiera función orgánica o cuando el ofendido quede sordo, impotente o con una deformidad incorregible”. Y precisa que serán de seis a diez años de prisión, al que infiera una lesión a consecuencia de la cual resulte incapacidad permanente para trabajar, enajenación mental, la pérdida de la vista o del habla o de las funciones sexuales.
Cifras del Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres (Banavim) indican que durante el año 2022, en México 222 mujeres recibieron amenazas de ser agredidas por ácidos o sustancias químicas.
La Fundación Carmen Sánchez documentó 33 agresiones con ácido a mujeres de 2001 a junio de 2022. De estos casos, 60 por ciento fueron cometidos por quienes en ese momento o en el pasado habían mantenido una relación sentimental con la víctima. Del total de agresores, 85 por ciento fueron hombres.
Actualmente no existen registros oficiales sobre violencia ácida en México. El delito está tipificado en Aguascalientes, Baja California, Ciudad de México, Hidalgo, Oaxaca, San Luis Potosí, y el Estado de México.
Independientemente de que durante el periodo de confinamiento (2020-2021) se registró un aumento de la violencia de género, se trata de un fenómeno constante tanto a nivel nacional como de la Región Pacífico Sur
En Chiapas oficialmente existen siete municipios con la llamada Alerta de Género, a la fecha la entidad continúa siendo uno de los estados con alto índice de violencia hacia las mujeres llámese económica, psicológica, física, sexual y feminicida
El Programa Estatal de Alerta de Género, afirma que, Tapachula, Chiapa de Corzo, Comitán de Domínguez, San Cristóbal de las Casas, Tonalá, Villa Flores y Tuxtla Gutiérrez son los 7 municipios en donde el Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres ha acordado la procedencia de la declaración de Alerta de Violencia de Género en Chiapas, aunque esta alerta fue declarada desde el 18 de noviembre de 2016.
En Guerrero el 39 por ciento de las mujeres casadas mayores de 15 años han sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja, mientras que el 27.8 por ciento fue víctima de violencia extrema a lo largo de su relación.
El estado se encuentra entre las 10 entidades con más casos de homicidio doloso en contra de mujeres por cada 100 mil habitantes femeninas, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo. En 2019 se ubicó en el quinto sitio y en 2020 en el séptimo.
Michoacán está entre las siete entidades en el país con más reportes de violencia contra las mujeres en los últimos siete años, con 47 mil 482 casos, la mayoría de ellos ocurridos en el entorno familiar.
Morelia es por mucho la ciudad más violenta en el estado al tener 22 mil 16 casos, seguida de Uruapan con 2 mil 857, Hidalgo con 2 mil 620 y Zamora con mil 964.
Dentro de los 20 municipios con mayores registros, no están Lázaro Cárdenas, Maravatío, Huetamo y Sahuayo, cuatro de las 14 ciudades con alerta de género, pese a que el informe del Banavim sostiene datos del 2014 al 2021.
Son 5 regiones las que concentran el 93 por ciento (749) de la violencia feminicida desde la declaratoria de Alerta de Violencia de Género en Oaxaca. 7 municipios con alerta de género se concentran el mayor número de víctimas
A pesar de que Oaxaca logró que la declaratoria de AVGM fuera activada en 40 municipios, las mujeres indígenas siguen siendo violentadas al no poder acceder de manera igualitaria a derechos básicos como la educación, la salud, la participación política, entre otros.
La RPS tiene alta presencia de indígena y las mujeres indígenas son violentadas de manera particular, pues además de ser objeto de violencia física, psicológica o emocional, patrimonial, económica, sexual, violencia obstétrica y política por ser mujeres, se les discrimina por ser indígenas.
En el mundo ocurren cerca de mil 500 ataques con ácido, de los cuales el 80 por ciento es contra mujeres. El 60 por ciento de los ataques no se denuncia, “a menudo, por miedo o vergüenza”.
Tras el uso de sustancias abrasantes no solo se haya la intención de dañar físicamente a la víctima. Son agresiones con una altísima carga simbólica. Pretenden marcar de por vida. Una firma ardiente que lastra la vida, o lo que queda de ella, de miles de mujeres en todo el mundo.
El silencio es letal en cualquiera que sufra de maltrato, diría la abuela.