Teléfono rojo
Flujo migratorio irregular
Tras la eliminación del Título 42, el 11 de mayo, entrará en vigor el Título 8, con el que el gobierno en Washington busca reducir drásticamente el flujo migratorio irregular: bajo esta norma, las personas que intenten ingresar ilegalmente en Estados Unidos podrán ser deportadas y se les podrá prohibir el ingreso al país norteamericano por cinco años.
Se trata de una norma sanitaria, impuesta durante el mandato de Trump, que permitió las expulsiones en inmediata de migrantes en la frontera bajo el pretexto de ser medidas para evitar la proliferación de contagios por la pandemia de Covid 19.
Con el pretexto de la pandemia, el Título 42 permitió la restricción de la entrada de migrantes por la frontera sur y la expulsión a México de personas de ciertas nacionalidades tras cruzar la frontera de manera irregular, sin la posibilidad de solicitar asilo.
La Administración de Joe Biden anticipa que el flujo de migrantes hacia la frontera suroeste podría aumentar dramáticamente con el fin del Título 42, bajo la premisa de que sería “más fácil” ingresar al país.
La Casa Blanca adelantó que sería “más difícil” ingresar ilegalmente a EU bajo el Título 8 pues las consecuencias incluyen una prohibición de reingreso de al menos cinco años, así como posibles procesos penales por intentos repetidos de cruzar irregularmente.
No solo se trata de a expulsión de contingentes procedentes de Venezuela, Colombia, Cuba, Honduras y Guatemala, entre otros. También hay una alta incidencia en las deportaciones de mexicano que intentan cruzar la frontera con Estados Unidos.
Las cifras de la Unidad de Estadística Migratoria de la Secretaría de Gobernación (Segob) revelan que las deportaciones de mexicanos, desde Estados Unidos, aumentaron 60.5 por ciento en el 2022.
La deportación, entre enero de 2013 y enero de 2022 ascendió a más de 2 millones de connacionales. Un promedio de 201 mil deportaciones por año.
Quienes han evadido el control migratorio sobreviven en habitaciones parecidas a “gallineros” en granjas de Carolina del Norte o hacinados en departamentos en Nueva York.
Quienes han evadido el control migratorio sobreviven en habitaciones parecidas a “gallineros” en granjas de Carolina del Norte o hacinados en departamentos en Nueva York. Los sacrificios son para buscar mejorar las condiciones económicas de sus familias en México.
Antes de ser deportados, la mayoría de ellos enfrentaron abusos, discriminación, pobreza y falta de acceso a servicios básicos, en especial al sistema de salud. Pese a ser considerados como un ejército de mano de obra en Estados Unidos, los migrantes mexicanos viven en el atraso.
Los datos permiten identificar que el mayor número de mexicanas y mexicanos, que fueron expulsados desde Estados Unidos, eran originarios de los estados de la Región Pacífico Sur del país.
Chiapas encabeza la lista con 29 mil 534 eventos; 25 mil 713 hombres y 3 mil 821 mujeres. Este estado presenta un aumento de 101 por ciento, en comparación con el 2021 cuando se registraron 14mil 659: 12 mil 648 hombres y 2 mil 011 mujeres.
Los principales municipios de origen de la población chiapaneca repatriada desde EE. UU, fueron Tapachula (mil 368), La Margaritas (mil 233), Chamula (mil 138) y Ocosingo (mil 035) durante el periodo 2021-2022.
Le siguieron Guerrero (26 mil 075); Oaxaca (22 mil 929) y Michoacán (17,164).
Otro dato que resalta es la presencia de menores solos en los intentos de migración. Ocho de cada 10 menores connacionales estaban solos cuando fueron deportados.
El prejuicio hacia los migrantes puede llevar a la exclusión social y económica de este grupo, lo cual tiene altos costos tanto para los migrantes mismos (menores salarios, peor acceso a salud y educación) como para la sociedad en su conjunto (menor productividad y aumento de la conflictividad social).
Así Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán concentran casi del 70 por ciento de la población indígena migrante repatriada desde Estados Unidos.
En el caso de Guerrero se precisó que se registraron 50 mil 609 expulsiones y el 28.90 por ciento eran indígenas.
Para Oaxaca fueron 64 mil 927 repatriaciones y en el 50.60 por ciento de los casos fueron indígenas.
Durante 2020, de Michoacán de Ocampo salieron 50 mil 770 personas para vivir en otro país, 94 de cada 100 se fueron a Estados Unidos de América.
Se estima que entre 2015 y 2019 se produjeron desde Estados Unidos hacía México 92 mil 851 eventos de devolución de personas migrantes mexicanas hablantes de alguna lengua indígena, perteneciente a un pueblo o comunidad étnica. En promedio, cada año se contabilizaron alrededor de 18 mil 570 eventos.
El 83.7 por ciento de las personas indígenas migrantes devueltas a México correspondió a hombres y 16.3 por ciento a mujeres; dos terceras partes de esta población (66.3 por ciento) se encontraban entre los 15 y 29 años, una población mayoritariamente joven.
La población indígena ha constituido por años un grupo importante dentro de los flujos migratorios de nuestro país, fundamentalmente hacia Estados Unidos. Las personas migrantes indígenas han aportado fuerza de trabajo, talento, resistencia y otras cualidades que han sido reconocidas en el marco de la migración.
Sin papeles no vas a la universidad. Sin papeles no hay buenos trabajos. Sin papeles te atrapan y no solo te halan las orejas, te deportan diría la abuela.