Corrupción neoliberal
Pueblos con magia
Aún con los indicadores negativos durante el periodo de la pandemia de Covid-19, el turismo ha tenido una alta incidencia en la economía nacional.
El producto interno bruto (PIB) del turismo se contrajo 25.4 por ciento en términos reales en 2020, con lo que alcanzó su nivel más bajo desde 2008, de acuerdo con un reciente balance del Inegi. En ese periodo, la proporción del PIB turístico como parte de la economía nacional pasó de 8.5 por ciento en 2019 a 6.7 en 2020.
El programa de los pueblos mágicos de México ha sido parte fundamental para impulsar el turismo en el país, y durante la etapa de recuperación impulsa al país para volver a ubicarse entre las 10 naciones más visitadas del mundo, como ocurrió en 2019.
Los pueblos mágicos son una iniciativa turística que busca promover y preservar la cultura y tradiciones de los pueblos mexicanos. Estos pueblos son seleccionados por su riqueza cultural, patrimonio arquitectónico, y belleza natural, entre otros aspectos.
El programa contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la Nación. Estos representan alternativas frescas y variadas para los visitantes nacionales y extranjeros.
El programa, en un inicio tuvo tres localidades, ha crecido exponencialmente desde 2001. Independientemente del año y circunstancias, todos los destinos dentro de la lista han mantenido un crecimiento sostenido. La contingencia nos ha enseñado que hay que reforzar otro tipo de turismo, como el de aire libre
Es difícil medir, a ciencia cierta, el impacto de estas poblaciones en la economía turística; sin embargo, en el informe hay elementos que dejan ver que las esperanzas que se tienen depositadas en el programa tienen una justificación.
Sin embargo, el Primer Estudio Económico de los Pueblos Mágicos presentado en diciembre de 2021, revela que de 2003 a 2018, los cuatro pueblos mágicos de Chiapas, uno de los estados más pobres del país, han aportado un 5.79 por ciento de la economía regional.
La Región Pacífico Sur tiene en su territorio 25 pueblos mágicos que catapultan la economía turística en las entidades de manera vigorosa.
Chiapas recibió la categoría de pueblos mágicos para dos municipios en este año. Unión Juárez, Ocozocoautla y Copainalá se suman a los ya galardonados: Palenque, San Cristóbal de Las Casas, Chiapa de Corzo y Comitán de Domínguez. Además, la Ciudad Prehispánica y Parque Nacional de Palenque fueron reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1987.
La oferta turística de Chiapas se ha vuelto más diversa y ha causado un incremento en su ocupación hotelera de hasta un 8 por ciento, teniendo como resultado que los visitantes ocupen en sus tiempos de esparcimiento el incremento de gastos, más estadía, mayor ocupación de los establecimientos turísticos, mayor derrama económica y beneficio social.
En Guerrero, actualmente, existen tres pueblos mágicos, cada uno con su propia identidad y atractivos: Taxco de Alarcón, Ixcateopan de Cuauhtémoc, Zihuatanejo. Asimismo, Guerrero también cuenta con un Barrio Mágico: El Santuario en Tixtla.
Durante 2022 Taxco de Alarcón registró una ocupación hotelera promedio anual de 51 por ciento, una derrama económica superior a los 270.5 millones de pesos, y fue visitado por más de 50 mil 682 turistas.
Dentro la RPS Michoacán es la entidad que cuenta con el mayor de designaciones de Pueblos Mágicos, Cotija se sumó este año Pátzcuaro, Tlalpujahua, Cuitzeo, Santa Clara del Cobre, Angangueo, Tacámbaro, Jiquilpan, Tzitzuntzan y Paracho para totalizar diez.
Gracias a las cocineras y cocineros tradicionales del estado de Michoacán se logró el reconocimiento a la Cocina Mexicana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
Los Pueblos Mágicos han sido fundamentales para generar una mayor derrama económica en el estado, donde ahora se pondera la artesanía de las guitarras de Paracho para incrementar su venta a nivel internacional.
Oaxaca es uno de los estados que más cantidad tiene. Estos lugares, son: San Pablo Villa de Mitla, Capulálpam de Méndez, San Pedro y San Pablo Teposculula, Santa Catarina Juquila, Huautla de Jiménez y Mazunte, los cuales ofrecen desde impresionantes paisajes montañosos, hasta hermosas playas donde se trabaja en pro de la conservación de distintas especies animales.
A 2 años del inicio de la pandemia en Oaxaca cerró el 2022 con más del 30 por ciento de ocupación hotelera en todo el estado. La afluencia de visitantes también superó los 20 puntos porcentuales en destinos de la Mixteca, el Istmo de Tehuantepec, las sierras y la Cuenca del Papaloapan.
En Juquila en el último año fueron más de 500 mil visitantes quienes estuvieron en ese sitio de turismo religioso. El año pasado la recuperación económica permitió a la entidad obtener ingresos en el sector turístico por más de 10 mil 672 millones de pesos.
La categoría de Pueblo Mágico genera para una entidad un crecimiento promedio en su actividad económica de 8 por ciento anual, por lo que para detonar este impacto se busca aumentar la captación del mercado estadounidense.
La magia está en cada rincón, sólo hay que observar atentamente, diría la abuela.