Sin mucho ruido
Lo que la muerte recuerda
Aunque la naturaleza de los hechos puede ser otra, el asesinato de Marco Iván Rodríguez, dueño del restaurante El Carbón y presidente del club deportivo Los Avispones, de tercera división, obliga a tener como referencia la llamada noche de Iguala de aquel 26-27 de septiembre del 2014.
Se trata de un equipo de niños de futbol que entonces quedó atrapado en esa tragedia que no solo tuvo como blanco a los estudiantes de la normal “Isidro Burgos” de Ayotzinapa sin embargo, aún es la parte olvidada en la búsqueda de justicia de aquellos hechos.
Un comando armado abrió fuego contra el vehículo en el viajaban los niños futbolistas. Las versiones recabadas en aquel entonces indican que a consecuencia del ataque Víctor Manuel Lugo Ortiz, y David Josué García Evangelista, chofer y futbolista de apenas 15 años de edad, respectivamente, murieron.
Los servicios periciales contabilizaron más de 200 casquillos percutidos alrededor del camión Volvo en cual viajaban Los Avispones el cual quedó inservible, a lado de la carretera Iguala-Chilpancingo.
Tras las ráfagas iniciales otro sicario se acercó exigiendo que se le abriera la perta del vehículo, Jorge León Sáenz, auxiliar técnico del equipo, lo encaró y luego de múltiples amenazas de volverles a disparar, otro agresor ya se había cerciorado de que en el camión solo había deportistas. -Ya la cagamos, no son estos.
En ese momento 12 de los 26 pasajeros de la unidad donde viajaban Los Avispones, estaban lesionados además de los otros dos que ya habían perdido la vida.
Durante los casi cinco años que han transcurrido, el equipo de futbol no suele ser mencionado en las investigaciones. En el video con la versión oficial de la procuraduría federal solo aparecen durante 30 segundos. En los videos que se han elaborado en defesa de los 43 solo se hace referencia pero no se dan detalles sobre el ataque armado de fueron objeto. Ellos han buscado justicia por su cuenta y no ha sido fácil.
En 2017 Fernando Serrano, entrador del equipo en ese momento, dijo que se encuentra escondido en un lugar del país, lejos de Guerrero, su tierra natal, con la esperanza de poder salir de México con su familia antes de que, ahora sí, la muerte lo alcance a él o a alguno de los suyos.
En otro momento, a través de los medios de comunicación, unos diputados hicieron público que todo el equipo de fútbol había sido indemnizado con 8 millones 700 mil pesos, repartidos entre 21 víctimas.
El 7 de marzo del 2018 La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) amparó a Miguel Ángel Ríos Ney, integrante del equipo de futbol “Los Avispones de Chilpancingo”, para que la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas integre nuevamente su expediente para cuantificar el pago de daños físicos, morales y de gastos.
Ríos Ney recibió 5 disparos la noche en que desaparecieron los 43 normalistas de Ayotzinapa, sea reconocido como víctima directa.
El 22 de mayo, trascendió que Mario Iván Rodríguez Navarrete, presidente del club de futbol Los Avispones, junto a uno de sus ayudantes, fue secuestrado y horas después aparecieron sus cuerpos en condiciones que de un acto salvaje. Los móviles del crimen pueden ajenos a los hechos de la Noche de Iguala, pero inciden en una misma situación: las estadísticas dicen una cosa, pero el clima de seguridad que se vive y se percibe en la entidad es diferente.
Si en la justicia no hay equidad, se comete otra injusticia diría la abuela.