La corrupción no sólo es un asunto ético. Es una cuestión que, trasladada a la vida diaria, se traduce en servicios públicos deficientes, en desabasto de agua potable, en redes sanitarias al borde del colapso, en descargas de aguas residuales en las playas. Es el caso de la CAPAMA en Acapulco.
Cuando en el Congreso local se planteó la necesidad de que el Director General del organismo compareciera antes una comisión de diputados era porque resultaba necesario intervenir para conocer el estado que en ese momento guardaba la paramunicipal. La comparecencia tuvo lugar el 19 de julio en el Congreso de Guerrero.
Los diputados de diferentes grupos parlamentarios escuchamos una exposición por parte del director que superó el tiempo previsto y en la cual reconoció casos de corrupción y que no tenía el control administrativo del organismo.
Cuestioné el estado financiero que con antelación se nos envió a los diputados, un estado financiero que no transparentaba gastos, convenios, adjudicaciones de obras, contratos de publicidad, el incumplimiento de pago a CFE, así como ingresos por conceptos administrativos además de los derivados de comercialización y la facturación de servicios. A lo que el director de CAPAMA se comprometió que en un lapso de 48 horas haría llegar al Congreso del Estado la información relativa a esos cuestionamientos porque no la tenia disponible en ese momento. Nunca llegó tal información.
Por ese motivo y por las constantes denuncias de corrupción en CAPAMA de usuarios y personal de la paramunicipal fue que se decidió ordenar una auditoría financiera, presupuestal y técnica que ejecutó el Órgano Técnico Auxiliar del Congreso, la Auditoría General del Estado. Todo esto bajo el esquema de rendición de cuentas, así como lo fue la comparecencia, la auditoría era parte del proceso. Y una de la labores fundamentales de los legisladores es es precisamente la fiscalización de los recursos.
Facturas de lujosos restaurantes, atención en clínicas particulares a funcionarios, anticipos a proveedores sin comprobación, servicios profesionales que no se realizaron, sobre precios escandalosos en la adquisición de medidores e incumplimiento de obligaciones de pago fiscales y a CFE fueron descubiertos por la AGE, entre muchos hallazgos. El monto de las observaciones con presunción de daño patrimonial asciende a 194 millones 577 mil 346.98 pesos.
Ahora las fugas no sólo son de agua, sino que por la corrupción la CAPAMA está operando con números rojos y adeudos impagables, esa es la gran fuga ahora. Está corrupción se traduce en un pésimo servicio y en un daño al patrimonio municipal.
En caso de que la observaciones subsistan, será entonces cuando la Auditoría General del Estado deberá iniciar un proceso resarcitorio, así como proceder penalmente ante la Fiscalía General del Estado toda vez que se presumiría la existencia de un delito
Entregar documentación a la AGE, como lo hicieron los directivos de la CAPAMA, no significa que se subsanan los señalamientos de las auditorías practicada, las observaciones dadas a conocer sobre el presunto quebranto a la CAPAMA no han sido solventadas de acuerdo a los criterios de la Auditoría General del Estado. El organismo fue notificado con un pliego preventivo para que el organismo respondiera conforme a derecho, sin embargo, subsistieron más de 194.5 millones de pesos que representan un presunto daño patrimonial.
El de la CAPAMA es un tema de corrupción, de desfalco, es muy sensible para Acapulco sobre todo por el pésimo servicio que se brinda o las demoras en los pagos a empleados.
Somos sujetos políticos que hablamos con base a la ley, no debemos quedarnos callados ante un caso de corrupción escandaloso, es parte de la vida democrática el señalar para que haya una corrección de las acciones, esperamos que el de CAPAMA sea un ejemplo de justicia.
En Movimiento Ciudadano estamos comprometidos con la transparencia. De igual manera, el recién creado Frente Ciudadano por Mèxico donde participamos junto con el PAN y el PRD, tiene como propósito luchar contra la corrupción y la impunidad y el caso de la CAPAMA es, sin duda, un caso de corrupción descarada. Seguiremos actuando en la línea de defender el interés público frente a los corruptos y delincuentes que tanto han lastimado a nuestra sociedad.