Hoja verde
Con la llegada al Ayuntamiento del nuevo gobierno, cabildo y funcionarios municipales, así como el nombramiento de Mario Pintos Soberanis a la Comisión de Agua Potable del Municipio de Acapulco (CAPAMA), se agudizó el desabasto de agua potable y se acentuó a su renuncia -dejó tirada la casa- y llegada del nuevo director de la empresa, Leonel Galindo, que “ni ata ni desata”.
El pésimo “servicio” del suministro de agua potable en Acapulco es permanente con cortes frecuentes de energía eléctrica que afecta el bombeo de agua a la zona urbana y conurbada del puerto.
Los acapulqueños sabemos cuál es el problema en CAPAMA, no se necesita “descubrir el hilo negro o el agua tibia”.
Acapulco tiene fuentes suficientes de abastecimiento de agua. El problema no es técnico…es financiero, de pesos y centavos.
Lógico, si la empresa no paga el suministro de energía eléctrica a la CFE, le suspende el servicio y no hay bombeo de agua al puerto. De la misma manera, si el usuario no paga el consumo mensual o bimensual de agua potable, la CAPAMA le corta el servicio. Así de sencillo.
La CAPAMA es un desastre de empresa y la presidenta Adela Román Ocampo está al frente del Consejo de Administración.
No hay argumento válido de seguir evadiendo su responsabilidad y pagar a la CFE. Ya se lo dijo Manuel Bartlett y el mismo López Obrador en una mañanera: No hay rescates financieros, eficienten su administración pública, adelgacen la burocracia, gasten menos y hagan más.
¡Dejen los gastos superfluos y fantoches! Asuman su responsabilidad. Ya son gobierno. No busquen culpables. Más acción y menos discurso.
Para convencer a la ciudadanía se necesitan resultados y en el actual gobierno no los vemos por ningún lado.
Lo que leemos y escuchamos todos los días son pretextos, evasivas e incapacidad en la prestación de los servicios públicos municipales; la CAPAMA lidera la ineficiencia.
Como siempre, usted tiene la mejor opinión.