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ACAPULCO, Gro., 24 de noviembre de 2023.- El biólogo marino Juan Barnard advirtió que el embate del huracán Otis sobre la costa guerrerense, reafirmó el cambio climático que los científicos advertían para 2040, y que ya padece ante el drástico aumento de la temperatura ambiental y en el mar.
“Estamos viviendo una crisis. Lo que estábamos pronosticando para 2040 lo estamos viviendo hoy y el embate de Otis nos vino a confirmar y a rematar muchas situaciones en los ecosistemas”, destacó el también fotógrafo submarino y uno de los promotores del avistamiento responsable de ballenas en el puerto.
Informó que el agua caliente que persiste en el Pacífico mexicano ha provocado la muerte de las poblaciones de coral identificadas en el puerto: el ripio en 99 por ciento y del pavona en 70 por ciento, lo que ha derivado en la disminución de la fauna submarina asociada a los arrecifes coralinos y rocosos.
“De que habrá una afectación en las cadenas tróficas con la muerte de los corales, la va a haber, pero aún no lo podemos cuantificar”, subrayó.
Barnard advirtió que ante el fenómeno El Niño, las especies sésiles como las almejas y los ostiones son incapaces de desplazarse, lo que dificulta la supervivencia de las poblaciones asociadas, así como de los corales, cuya mayor población se encuentra en la isla La Roqueta.
“Las temperaturas no han bajado a menos de 31 grados, desafortunadamente siguen en 32, 33 grados. Eric (Leonardo Strehl Rodríguez) marcó 31 grados hasta en 15 y 20 metros de profundidad”, lamentó en entrevista con Quadratín Guerrero.
Explicó que el rango de temperatura para que los corales puedan vivir, va de los 18 a los 30 grados, por lo que fuera de ese rango mueren.
“La población de ripios que viven en La Roqueta que va de la Piedra Blanca o de La Cagada al (restaurante) Palao, hemos encontrado poblaciones a 11 metros de profundidad y para ellos ya es muy profundo, porque necesitan mucha luz, no pueden realizar la fotosíntesis y no se pueden alimentar”, subrayó el también doctorante en Ciencias Ambientales de la Unidad Académica de Desarrollo Regional de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).
Mencionó que la investigación que ha llevado a cabo comenzó con recursos propios y la aportación del esfuerzo y dedicación de un grupo de jóvenes que ayudan en las tareas de observación.
Como informó Quadratín Guerrero los restos de cientos de embarcaciones yacen en el fondo del mar a lo largo de la costa de este puerto, donde la temperatura del agua alcanza los 31 grados centígrados hasta los 15 metros de profundidad y donde se pueden apreciar pocos peces en el mar o aves en la superficie.