Celebra Acahuizotla un año del ingreso de la Policía Ciudadana
14 de febrero de 2015
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19:05
Alondra García Lucatero
CHILPANCINGO, Gro., 14 de febrero de 2015.- Con una marcha, una misa y una fiesta popular, los habitantes de Acahuizotla celebraron el primer aniversario del ingreso de la Policía Ciudadana a la comunidad.
Este viernes, cerca de mil pobladores y policías ciudadanos armados desfilaron por la avenida principal de Acahuizotla.
La movilización concluyó en la iglesia del pueblo, donde dos sacerdotes celebraron una misa para bendecir a los comunitarios y dar gracias a Dios por la paz y tranquilidad que se vive en Acahuizotla tras la erradicación de la delincuencia organizada.
La marcha fue encabezada por el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio; el coordinador de las autoridades comunitarias de Chilpancingo, Gaudencio Abraján Salgado y los comisarios municipal y ejidal de Acahuizotla.
Hace un año, el 13 de febrero de 2014, un grupo de 24 policías ciudadanos de la UPOEG ingresó a esta comunidad, tras recibir una denuncia anónima sobre la presencia de varios cabecillas del grupo delictivo Los Rojos, un remanente del cártel Beltrán Leyva.
El Melo y El Chaparro, presuntos líderes de Los Rojos se encontraban en una marisquería de Acahuizotla, resguardados por sicarios armados con rifles AK-47 (cuerno de chivo) y R-15. Eran las 11:30 de la mañana.
Ante la llegada de los policías ciudadanos, los cabecillas del grupo delictivo emprendieron la huida. Sus pistoleros abrieron fuego y los comunitarios repelieron la agresión.
El armamento de los policías ciudadanos era inferior al de los criminales, por lo que esperaron la llegada de 200 refuerzos procedentes de Ocotito.
No hubo detenciones ese día, pero los comunitarios llegaron para quedarse. Los pobladores de Acahuizotla realizaron varias asambleas populares, hasta que conformaron su propio cuerpo policiaco.
Tras el ingreso e inicio de operaciones de la Policía Ciudadana, los habitantes reconocen que ya no hay presencia del crimen organizado, que durante años los victimizó con homicidios, secuestros, cobro de cuota y extorsión, principalmente.
Durante la ceremonia religiosa celebrada ayer, el sacerdote de la comunidad bendijo a los comunitarios.
“Dios les dio la gracia y la fuerza para mantenerse fieles al bienestar social y a la palabra de nuestro Señor”, expresó al inicio de la misa.
El sacerdote indicó que la celebración religiosa era “un acto de acción de gracias sobre algo muy importante”.
“Damos las gracias porque está de por medio la vida de todo un pueblo. Todos los pueblos tienen el derecho a progresar, a salir de sus atrasos, de su marginación, de su ignorancia (…) cuando un pueblo ha sido sometido por un largo tiempo a la inseguridad, a la explotación, cuando se le ha negado la libertad, todos los pueblos tienen derecho a la insurrección y sólo pasando por las experiencias que ustedes han vivido se puede entender esa expresión”, dijo durante la reflexión del Evangelio.
El cura reflexionó sobre el origen del mal en el mundo y reconoció que algunas personas, en su desesperación, culpan a Dios.
Sin embargo, aclaró: “El mal viene del maligno, no de Dios. No es el hombre el que comete el mal, somos hijos de Dios. El enemigo es el demonio y tiene la capacidad de mostrarse ante nosotros con rostros buenos para engañarnos. El mal entró en nuestras vidas y extendió su reino, pero el plan de salvación del ser humano todavía no termina”.
De acuerdo al sacerdote de la iglesia de Acahuizotla, la Policía Comunitaria está apegada a los principios de Dios, porque defiende la vida del pueblo.
“Ser defensores de la vida es un privilegio (…) la organización de los pueblos cuesta muchísimo y el demonio intentará tentarlos para dividirlos, pero el proyecto de Dios es defender la vida y por eso vamos a pedirle que los mantenga unidos, porque ustedes tienen el derecho de vivir en paz, libres, con toda tranquilidad. Vamos a pedirle a Dios que les dé un espíritu fuerte para mantenerse unidos por el bien de todos”, expresó el sacerdote.
Al término de la misa, felicitó a los habitantes de Acahuizotla y a sus policías ciudadanos por conformarse “en una gran familia para enfrentar las adversidades”.
El cura encabezó un aplauso masivo para los comunitarios, los bendijo y con una oración los puso en manos de Dios.
Tras la celebración religiosa, los comunitarios y pobladores de Acahuizotla participaron en una fiesta popular.