
Trani y Fontova, cercanas a Yoshio, nuevas dirigentes de MC en Acapulco
ACAPULCO, Gro., 2 de febrero de 2018.- La mega tamaliza organizada por el gobierno municipal de Acapulco, la tarde de este viernes en Ciudad Renacimiento, fue sólo una mascarada, mal representada, financiada con recursos públicos, para la pasarela de los candidatos de la corriente política del alcalde Evodio Velázquez Aguirre, que buscarán puestos de representación popular en las próximas elecciones.
El mega acarreo de pobres de las zonas suburbanas del puerto, en centenas de autobuses y camionetas, se realizó bajo dos falsos pretextos: uno, la celebración de la Virgen de la Candelaria, con audio biografía incluida; y dos, el festejo del cumpleaños número 40 del presidente municipal.
Pero su real objetivo fue presentar a quienes buscan la continuidad de este grupo en el poder, de esta versión Chucha del nuevo PRD guerrerense.
Evodio utilizó las dos celebraciones para festejar la presentación de esta nueva mafia en el poder tropicalizada dentro del Sol Azteca, en su fase larvaria, donde se codean sin rubor, figueroístas, ex priístas, ex panistas, ex convergentes, cubiertos bajo el manto del discurso de izquierda y liderado por este joven neo vecino del fraccionamiento Las Brisas.
Evodio, en el centro de los congregados. Cinco mil acareados, que no sólo fueron a llenar la panza con 20 mil tamales, como ofrecía la generosa invitación del Ayuntamiento y el DIF (éste último dirigido por la virtual diputada plurinominal Perla Edith Martínez) sino con quién sabe qué promesas de campaña que ofrece la continuidad.
Rodeado por quienes buscarán el voto entre los olvidados de Acapulco, potenciales votantes, que los llevarán a diversos puestos de representación popular, Evodio convocó a los suyos a trabajar por los que esperaban disfrutar de los tamales y las aguas frescas.
Una veintena de aspirantes a alcaldes, senadores, diputados, regidores, entre los que destacan, Amador Campos, Beatriz Mojica, David Jiménez Rumbo, Rubén Figueroa Smutny, funcionarios del Ayuntamiento, conforman este grupo hegemónico en el otrora partido de la izquierda guerrerense que busca dar continuidad y protección al cuestionado alcalde acapulqueño.
Abajo, funcionarios menores, entregando aguas, tamales, cargando ollas, o dirigiendo al personal de sus dependencias, que buscaban atender a miles de menesterosos que llenaron la cancha Jorge Campos.
Militantes del PRD dirigiendo a grupos de acarreados, con bandas de chile frito, con grandes mantas de agradecimiento: “Gracias presidente”, “Felicidades Evo”. Toda la escuela del PRI recargada en la búsqueda del pinche poder.
Una mujer gorda, en chanclas, con mandil, dice que vende pescado en El Arenal y la invitaron a los tamales. Cerró el puesto y se vino a festejar a Evodio.
Decenas de policías buscando poner orden al caos vehicular en la avenida que comunica al lugar del evento. Personal de Movilidad, bloqueos de calles, para festejar al alcalde y para apapacharlo por su determinación de quedarse los próximos ocho meses en el gobierno municipal, me dijo un funcionario que pidió omitir su nombre.
“Mira, yo estoy muy agradecido con él, me dio trabajo y con ello le he dado de comer a mi familia”, justificó su presencia ahí.
El maestro de ceremonias, por llamarle así a este porrista del alcalde, le dijo al público: “A nuestro presidente le gusta cantar. ¡Que cante, que cante!”. Y que canta.
Y siendo el centro de los festejos, la pareja en el poder, como parte del show, el alcalde y la consorte, en el mejor estilo Pinpinela interpretaron un tema que mostró su más profundo gusto musical: Adiós amor, de Christian Nodal, acompañada por un niño cantor del Kilómetro 30 .
“Desde hace tiempo ya nada es iguaaal… no eres la misma y me tratas maaal… y ante mi Dios te podría juraaar… cuánto te quise y te quierooo… todavíaaa”, cantaban Perla y Evodio.
Y así cayó la tarde. Aún no habiéndose terminado los tamales, la otrora clientela del PRI, caminó hasta sus autobuses para luego regresar otra vez a la realidad y a la espera de la próxima movilización donde puedan encontrar una torta, un refresco, un tamal. O quizás promesas de un momentáneo mundo mejor, como promete el PRD, ahora en manos de una nueva mafia en el poder.