Fue el Estado, insisten a 122 meses de Ayotzinapa
CHILPANCINGO, Gro., 13 de febrero de 2024.- Este martes las calles de la capital del estado volvieron a lucir vacías; sin transporte público ni gente corriendo para llevar a los niños a la escuela o apresurada por llegar temprano a sus trabajos.
Se cumplieron siete días de que la paralización del servicio continúa por ataques armados al transporte local y foráneo. Desde el lunes 5 y hasta el 12 han sido asesinados cinco choferes, cuatro de ellos de la capital y uno de la ruta a Tixtla.
En las paradas de acenso y descenso del transporte público se observó a muchas personas que pacientemente esperan una Urvan que los acerque al Mercado Central Baltazar Leyva Mancilla, al Hospital General Raymundo Abarca, a las colonias Independencia, CNOP o hacia el sur, como a Galerías, el Congreso del Estado o a las oficinas del Palacio de Gobierno, que son las pocas rutas que decidieron brindar servicio.
Por el problema de inseguridad que enfrenta el transporte público, los choferes de las rutas que este martes decidieron laborar impusieron la tarifa del pasaje en 10 pesos, tres pesos más de lo habitual.
Este nuevo precio se cobra sin ninguna explicación ni tampoco se muestra la autorización de la Comisión Técnica de Transportes y Vialidad, que es la encargada de regular el precio del servicio.
En el mercado Baltazar Leyva se puso a disposición dos patrullas de Protección Civil municipal que el Ayuntamiento ordenó que sirvieran como camionetas pasajeras y llevaran a los habitantes a sus destinos.
En la capital, ser pasajero de una Urvan o de un taxi local puede ser un riesgo, ante el temor de que los vehículos vuelvan a ser atacados o también puede ser una suerte si viajas y llegas con bien a tu destino.