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CHILAPA, Gro., 20 junio de 2017.- Pese a la presencia del Ejército Mexicano y la Policía Estatal, las comunidades de Ahuihuiyuco y Tepezcuautla en este municipio, continúan solas y abandonadas debido a que por amenazas de grupos delictivos, los habitantes huyeron de sus hogares, dejando sus pertenencias, animales de granja y campos de cultivo.
En un recorrido de Quadratín Guerrero, la mañana de este martes se constató que en Ahuihuiyuco, comunidad conformada por más de mil 300 habitantes, se encuentra vacía. Las más de 200 viviendas están cerradas; así como la iglesia del pueblo y la escuela primaria federal Narciso Mendoza. Hasta el momento, no ha regresado ninguna de las más de 200 familias que huyeron entre los primeros días de junio.
El motivo, según un poblador que acudió este día a la comunidad, obedece a que hace aproximadamente 15 días, aparecieron diversos mensajes en hojas de papel, que advertían a los pobladores de enfrentamientos armados entre los grupos delictivos de Los Rojos y Los Ardillos y que era mejor que los pobladores no se metieran o los iban a matar.
Otras comunidades donde también hay familias desplazadas por la violencia son Tepezcuautla y Tetitlán de la Lima, en ambas poblaciones se estiman alrededor de 70 familias desplazadas, algunas continúan huyendo en sigilo y otras más se refugian dentro de sus viviendas.
Un capitán del Ejército Mexicano de apellido Moreno, que opera en la comunidad de Tepezcuautla, indicó que en dicha comunidad existen 127 familias, de las cuales sólo permanecen 58 y el resto ha huido. Agregó que en esta comunidad el Ejército Mexicano y la Policía del Estado arribaron desde el 7 de junio y se ha invitado a la población que aún permanece en la comunidad a que inviten a los desplazados a regresar a sus hogares con la garantía de que habrá seguridad.
En la población de Lodo Grande, todo sigue en la normalidad debido a que las familias han regresado de su éxodo desde hace un mes. En este lugar existe más vigilancia por parte de militares, incluso los soldados vigilan los caminos y algunos terrenos de cultivo de los campesinos.
El coordinador del Centro Morelos, organismo independiente dedicado a la defensa de derechos humanos, Manuel Olivares Hernández afirmó que no se tiene una cantidad exacta de cuántas familias han emigrado de estas cuatro comunidades, pero se estima que existen más de 800 familias que han huido de sus hogares para refugiarse con familiares en Chilapa o Chilpancingo, derivado de la disputa del territorio entre grupos delictivos.
El llamado de este organismo independiente, es que el gobierno del estado establezca una acción de atención a las familias desplazadas para garantizarles vivienda y alimentación.