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MÁRTIR DE CUILAPAN, Gro., 2 de agosto de 2024.- Campesinos de Apango se rehúsan a labrar la tierra con tractor y conservan las tradicionales yuntas de bovinos y troncos que son mulas o machos.
También conservan la siembra de la semilla de maíz criollo y rechazan la semilla mejorada que les otorgan instituciones gubernamentales.
Los campos agrícolas lucen verdes, llenos de paso y matorrales que florecieron con las lluvias; el agua también ablandó la tierra y está lista para sembrar maíz, frijol y calabaza.
Este año, las lluvias llegaron tarde para el ciclo agrícola. Los campos de cultivo de Apango no lucen parejos, en algunos terrenos la milpa de maíz ha crecido y le han aplicado el primer abono, en otras tierras apenas comienza a germinar y en otras áreas, apenas se inicia a sembrar.
El retraso de la siembra se debe al recurso económico y a la lluvia, que a pesar de que no ha sido constante, con la poca humedad que ya registraron los terrenos de labor, los campesinos aprovechan para sembrar.
Adelaido Silva, campesino desde hace más de 20 años anhela que las lluvias continúen para que pueda obtener buena cosecha de maíz entre los meses de septiembre y octubre.
Desde hace tres años, Adelaido decidió rescatar la semilla de maíz criollo y no sembrar la semilla mejorada o hibrida, porque reconoce que el maíz transgénico es de pésima calidad y además podría generar enfermedades por la alimentación.
El maíz criollo lo conocen como maíz breve y la siembra comenzó el poblado de Ahuexotitlán, donde un anciano decidió regalar mazorcas de maíz a los campesinos más jóvenes para la siembra.
En su terreno que mide menos de una hectárea, Adelaido junto con su vecino de nombre Pedro, recorren surco por surco para sembrar maíz, frijol y calabaza.
Pedro con la yunta de troncos, que son dos mulas híbridas que nacieron del cruce de una yegua y un burro, labra la tierra con arado mientras que Adelaido deposita las semillas.
El pueblo de Apango se ha popularizado por la producción de mezcal, pero el trabajo de los productores y campesinos se divide en dos temporadas:
De enero a mayo se destila el maguey para el mezcal y de mayo a noviembre se trabaja en los campos agrícolas de maíz.
En Apango, con una población de 18 mil 613 habitantes (46.7 por ciento hombres y 53.3 por ciento mujeres) a pesar de la migración, la gente aún conserva y valora el trabajo de los campesinos, debido a que los frutos de la siembra son de auto consumo y de venta en el mercado local o de la región como en municipios de Tixtla y Zitlala.