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CIUDAD DE MÉXICO., 18 de agosto de 2016.- Para 26 de cada cien mexicanos la amenaza de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) de no permitir el regreso a clases si no se deroga la Reforma Educativa es un peligro real, pero asegura 62 por ciento de los mexicanos: es propaganda y no se impedirá.
Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) realizó una encuesta nacional, con 600 entrevistas, y descubrió que 26 por ciento de la sociedad teme que los maestros disidentes impidan la reanudación de clases. Mientras que 6 por ciento no sabe qué va a suceder en los colegios y 4 por ciento no contestó.
Para 58 por ciento de los ciudadanos consultados por todo México los profesores radicalizados, con la amenaza de impedir el regreso a clases en escuelas públicas y otras movilizaciones, sólo defienden sus intereses. Pero todavía hay 22 por ciento de la gente que piensa que los maestros realmente luchan para mejorar la educación y 10 por ciento que procuran sus intereses y mejorar la enseñanza.
En los estados donde más fuerza tiene la CNTE el nivel académico es más bajo. La educación en México, calificada por la sociedad, pasa de “panzazo” con 6 ya que 74 por ciento de los mexicanos dice que es buena, pero 23 por ciento la reprueba, de acuerdo con lo dicho por ciudadanos a encuestadores de Gabinete.
La sociedad se divide sobre lo que debe hacer el gobierno para cancelar el peligro de que los estudiantes no puedan regresar a clases. Atender las demandas del magisterio disidente es el camino, según 18 por ciento de los mexicanos encuestados por Gabinete (www.gabinete.mx) y 9 por ciento piensa que se debe modificar la reforma para mantener en paz a la CNTE.
Son más los ciudadanos que piensan que la reforma debe seguir adelante, ya que 11 por ciento dice que el gobierno debe aplicar la ley a los profesores de la coordinadora, 10 por ciento quiere que los profesores que la rechazan sean despedidos y 6 por ciento asegura que se deben tomar medidas como tomar clases alternas en casa, vía internet o televisión.
El 18 por ciento indica que se debe dialogar, pero no decanta su posición a favor o en contra de la Reforma y 1 por ciento habla simplemente de dar una solución; 1 por ciento de la sociedad quiere “otra salida”, 6 por ciento respondió “no sé” y el resto no contestó.
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