Inaugura y bendice arzobispo de Acapulco oficinas de Quadratín Guerrero
TECPAN DE GALEANA, Gro., 9 de agosto de 2021.-Pobladores del ejido Cordón Grande ubicado en la sierra de este municipio, le cerraron el paso a la producción de amapola para apostarle a los proyectos productivos, programas sociales, pero sobre todo a cuidar los bosques y la fauna.
En esa zona, es donde se han registrado los últimos avistamientos de algunas especies de animales, principalmente jaguares.
En los últimos cinco años, la caída del precio de la goma de opio y la llegada de programas de gobierno como Sembrando Vida, han afianzado una nueva salida para esta zona de la sierra que se ha distinguido por la siembra de cultivos ilegales.
Las tareas organizativas del ejido son acompañadas a la vez por el activismo de algunas mujeres que han logrado desprenderse del paternalismo para empoderarse en sus comunidades.
Es el caso de Narsedalia Ramírez, una joven ejidataria de 24 años de edad, quien en los últimos tres años se ha desempeñado como secretaria del Comité Ejidal de Cordón Grande, y se ha convertido en la primera mujer en asumir un puesto dentro del máximo órgano de Dirección en la historia del ejido.
En jornadas de trabajo que organiza el ejido, son unos 50 o 60 voluntarios los que por día llevan a cabo diversas actividades, como podas y aclareos; por ellas, el ejido recibe ingresos por ser parte del Pago por Servicios Forestales (PSA) y de un programa para la Conservación del Jaguar.
El comisario del ejido, José Luis Cásares Leyva comentó que diversos sectores de la población aún mantienen el estigma de que quienes habitan la sierra son amapoleros y talamontes.
“Ellos tienen una mala información, no se dan cuenta de los trabajos que nosotros hacemos aquí, verdaderamente somos nosotros los que estamos protegiendo el agua para la ciudad”, expresó.
En ese ejido, los pobladores cuentan con un aserradero propio, donde laboran cajas para frutas y obtienen productos como palillos y palos de escoba; además de que otra parte de los habitantes se divide en otras actividades como la apicultura, la producción de café y la crianza de tilapias, aparte del aprovechamiento forestal.
En total son 16 mil 39 hectáreas las que integran el ejido de Cordón Grande, de las cuales dos mil 300 se destinan para el aprovechamiento de recursos maderables.
Aún con la riqueza forestal y la creciente economía local, el talón de Aquiles para las comunidades sigue siendo la falta de Infraestructura carretera y políticas para detonar la comercialización de sus productos.