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ACAPULCO, Gro., 17 de mayo de 2025.- La adolescente deportista Naomi N de 17 años y originaria del municipio de Coyuca de Benítez, denunció que fue víctima de abuso sexual durante su formación como atleta de alto rendimiento en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
Su testimonio fue respaldado públicamente por su entrenadora, Ana Rentería, quien presentó su renuncia a la institución, y señaló también omisiones y negligencia por parte de las autoridades universitarias.
En un mensaje difundido en sus redes sociales, Naomi narró que su salida de casa para convertirse en estudiante atleta representó una oportunidad para perseguir sus sueños, pero también la expuso a una experiencia desgarradora que la marcó profundamente. “Alguien se aprovechó de mi vulnerabilidad y de mis sueños”, señaló.
“Decido romper el silencio, no sólo para sanar mis heridas, sino para que ninguna más tenga que enfrentar el mismo destino”, compartió.
La atleta agradeció el acompañamiento de su entrenadora Ana Rentería, a quien describió como una figura clave en su proceso de recuperación emocional.
“Me has recordado que mis sueños son válidos y que merecen ser perseguidos. Ahora somos la voz de muchas mujeres y niñas”, escribió en su cuenta de Facebook este sábado.
Horas después, la entrenadora publicó su carta de renuncia dirigida a la opinión pública, en la que explicó que se enteró de las denuncias contra el jefe del Departamento de Deportes de la UPAEP a través de notas periodísticas, sin que la universidad le informara directamente a pesar de ser responsable del equipo afectado, calificando de grave la falta de comunicación institucional.
Explicó que como entrenadora, encontró conductas atípicas en una de sus jugadoras, quien presentó afectaciones emocionales y físicas severas, incluyendo ataques de ansiedad que la llevaron a requerir atención médica.
Aunque reportó los hechos a sus superiores, aseguró que le fue indicado no intervenir y dejar que las autoridades institucionales atendieran los casos.
Sin embargo, señaló que la repetición de incidentes y la falta de atención adecuada la llevaron a informar directamente a los padres de la jugadora.
“Desde ese momento, fui aislada y hostigada laboralmente”, denunció.
Posteriormente, la jugadora dejó de asistir a los entrenamientos sin previo aviso. Rentería indicó que, preocupada por su seguridad, buscó orientación, pero su superior respondió que desconocía las razones de la ausencia y que se comunicaría directamente con la alumna.
“Nunca en mi experiencia como estudiante y deportista viví algo parecido a lo que ahora sucede”, sostuvo.
La entrenadora, quien fue la primera mujer en dirigir a las seleccionadas de básquetbol de nivel preparatoria en esa institución, denunció que la UPAEP no consideró el impacto que los hechos tuvieron en la estabilidad emocional del equipo. Subrayó que nunca fue tomada en cuenta ni consultada sobre los protocolos institucionales aplicados en el caso.
“Todo deportista de alto rendimiento que combina el deporte con el estudio debe ser acompañado por personal preparado. Cuando una de ellas enfrenta una crisis emocional derivada de una situación de vulnerabilidad, no puede ser tratada como un caso aislado”, expresó en su carta.
La UPAEP no ha emitido una postura adicional sobre la renuncia de Rentería, pero sí publicó un comunicado fechado el 12 de mayo en sus redes sociales, en el que condenó cualquier acto de violencia y aseguró que se activaron los protocolos institucionales al recibir la denuncia.
La institución informó que el exjefe del área de Educación Física y Deportes, Miguel N, fue separado de su cargo, se brindó atención psicológica a la víctima y se mantuvo contacto directo con su familia.