Hallan cuerpo asesinado y calcinado en la periferia de Acapulco
ACAPULCO, Gro., 30 de agosto de 2024.- El experto en movimientos sociales y desaparición, Roberto González Villarreal advirtió que la desaparición forzada se ha convertido en uno de los mecanismos de provisión de mano de obra para las industrias criminales.
Explicó que tales industrias han avanzado hasta controlar sistemas económicos y gobiernos para generar lo que denominó necroacumulación de capital y necrogobernanza, generados a partir del dolor, el desplazamiento y la sangre de las familias, pues generan mano de obra desechable.
Advirtió sin embargo que para que la desaparición de personas pare debe haber una negociación con la necrogobernanza y la necroacumulación de capitales.
“Tenemos que recordar no solamente la consigna de antes y de siempre ‘Vivos se los llevaron, vivos los queremos’ sino tenemos que decir que para que esto se elimine, tenemos que empezar a negociar también con la necroacumulación y la necrogobernanza”, dijo el investigador de la Universidad Pedagógica Nacional.
“Las desapariciones en su crecimiento están vinculadas a la expansión de lo que llamo necroacumulación de capital y ésta solamente ha sido posible porque hay una confluencia de las industrias criminales con las agencias estatales. Me atrevo a decir, no sólo que hay necroacumulación de capital, sino una forma de gobierno específico en donde hay una repartición de las instituciones gubernamentales, por eso le llamamos necrogobernanza, en donde el gobierno está colmatado por las industrias criminales en términos teóricos y generales, falta ver en dónde ocurre, pero ya vimos que puede llegar a la Presidencia de la República, y si no que le pregunten a Felipe Calderón y a García Luna”, señaló.
El autor del libro La desaparición forzada en México: de la represión a la rentabilidad, dictó una conferencia magistral como parte del programa del Memorial por el Día Internacional de Personas Víctimas de Desaparición Forzada, convocado por la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).
Advirtió que la desaparición se ha profundizado y ha pasado del control de caminos y territorios, al de la producción de productos y servicios, que no sólo controlan cultivos o procesamiento de sustancias ilegales, sino que también procesos industriales en algunas regiones del país y en zonas donde algo se produce, desde materia prima a productos industrializados.
Respecto a la desaparición de mujeres, sugirió que en algunas regiones del país la desaparición de mujeres por rasgos raciales, de acuerdo con los registros en las regiones del norte de país, fue de niñas de 14 años a jovencitas de 19 años y después de 10 a 14 años para brindar provisión de servicios sexuales a la esclavitud.
El también profesor investigador del doctorado en Política de los procesos socio educativos de la UPN citó que las cifras oficiales establecen en más de 100 mil personas desaparecidas, pero ante los subregistros la cifra podría alcanzar los 800 mil.
Destacó que en el registro nacional más de 85 por ciento personas desaparecieron de 2016 a la fecha, a pesar de la infraestructura institucional de búsqueda y atención a víctimas de desaparición.
Planteó que todas las industrias criminales, con sus múltiples vertientes y la lucha para combatirlas, no sólo en el narcotráfico, sino en todo lo que en ellas se involucra, podría tener consecuencias no sólo en el ámbito de la seguridad, sino económicas y territoriales que deben ser valoradas.
Durante su exposición hizo un recuento de la historia de la desaparición de personas en México, desde la primera registrada en 1969 a la actualidad, así como las diferentes formas en las que el Estado participó.