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CIUDAD DE MÉXICO, 19 de julio de 2018.- Cuatro alertas tempranas se desarrollan actualmente en la UNAM para que la población y el gobierno puedan afrontar la ocurrencia de tormentas severas, incendios, caída de cenizas volcánicas y de rayos.
Todas ellas tienen una parte académica y otra gubernamental, para construir desde el inicio soluciones que la ciencia aporta a la toma de decisiones de las autoridades.
De acuerdo a un comunicado, para generar estas herramientas se requieren diagnósticos oportunos, que se realizan desde el Laboratorio Nacional de Observación de la Tierra (LANOT), una instalación de vanguardia con un año de funciones en la Universidad, que cuenta con tres satélites de última generación en órbita, que generan cada 15 minutos una imagen global del planeta.
Tenemos que reducir los riesgos para que la gente no quede expuesta, resaltó Jorge Prado Molina, coordinador del LANOT y técnico académico del Instituto de Geografía (IGg).
“La labor de nuestro laboratorio es coordinar a los grupos que hacen las alertas para que puedan desempeñar su trabajo de una manera más adecuada. Nosotros les suministramos el material, los insumos básicos para que ellos hagan sus análisis”, precisó.
Tormentas severas y rayos
Cuando los huracanes, frentes fríos y otros fenómenos hidrometeorológicos atraen nubes, pueden generar tormentas severas, y es ahí donde se debe emitir una alerta por inundaciones.
Con las imágenes satelitales “se puede monitorear de cerca y ver la evolución de un huracán. Podemos conocer la velocidad de los vientos, la altura de las nubes y las temperaturas. El viento lo podemos observar desde el suelo (a nivel del mar o de la tierra), hasta varios miles de metros de altura”, dijo.
En tanto, la ocurrencia de rayos causa muertes en nuestro territorio, pues son fuertes descargas eléctricas que muchas veces se relacionan con eventos hidrometeorológicos extremos.
Los rayos avisan ante una amenaza de tornado y actúan como indicadores, comentó el universitario, y agregó que la información e imagen satelital se debe adaptar a las necesidades del país, ubicar el rayo y georreferenciar ese evento. “Necesitamos darle una coordenada exacta para saber en dónde cae y su distribución espacial”.
Prado y sus colegas del LANOT conforman un grupo con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para monitorear los rayos y llegar a emitir alertas de descargas eléctricas.
Incendios y caída de ceniza volcánica
La alerta contra incendios se prepara desde el LANOT en coordinación con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO). En ella colaborarán investigadores de los institutos de Ciencias Aplicadas y Tecnología (ICAT), y de Geografía, ambos de la UNAM.
En cuanto a la caída de ceniza volcánica, participan el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) como contraparte gubernamental, junto con expertos del IGg, del ICAT y del Instituto de Geofísica (IGf).
Ya se planea una quinta alerta para tormentas solares, que se trabaja con el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), a cargo del IGf. “El Sol también tiene mucho qué decir de lo que ocurre en el planeta, y afecta el campo magnético terrestre, un escudo que protege a nuestro mundo de radiaciones del espacio exterior”, finalizó.
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