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CHILPANCINGO, Gro. 15 de diciembre de 2014.- Los policías federales que resultaron lesionados en el enfrentamiento con la Coordinación Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) este domingo en Chilpancingo “no estaban alcoholizados ni habían consumido sustancia prohibida alguna”, aseguró el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Galindo, en entrevista con Excélsior, donde precisó que son siete los agentes heridos, “uno de los cuales se debate entre la vida y la muerte”.
Las declaraciones del mando policiaco se producen luego del zafarrancho que ocurrió el fin de semana y que involucró a estudiantes indignados y las fuerzas del orden, mismo que hasta el momento se construye en contradicciones.
Fue alrededor de las 04:00 de la madrugada del domingo 14 de diciembre cuando estudiantes normalistas, familiares de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa e integrantes de la CETEG colocaron vallas sobre la avenida Insurgentes, ello como parte de los preparativos del concierto “La Luz en la Oscuridad”, a celebrarse en Chilpancingo con bandas de distintos géneros en apoyo a los familiares del plagio masivo.
De acuerdo con una nota del periódico El Universal, tres elementos de la Policía Federal quedaron ‘atrapados’ en el hotel Real del Sol, mismo que formaba parte del ‘territorio cercado para el concierto’, de manera que se emplazó a los cetegistas para liberar a los uniformadosm, pero esto nunca sucedió cosas que no sucedió.
En ese sentido, el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan reportó el domingo al menos 12 lesionados, entre ellos dos padres de los normalistas desaparecidos. Uno de los padres se encuentra hospitalizado por contusión en el cráneo, así como seis estudiantes de Ayotzinapa, dos maestros y dos periodistas.
La organización defensora señala que cinco agentes de la Policía Federal llegaron presuntamente ebrios cerca de las 04:00 horas al lugar donde estaban los compañeros y familiares de los estudiantes, los insultaron y lanzaron una piedra contra un alumno que fue “pateado por varios elementos”.
Integrantes de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación de Guerrero llegaron para apoyar a los estudiantes. Elementos de la PF empezó a disparar gases lacrimógenos y apuntarles con sus armas.
En ese sentido, el comisionado Galindo reafirmó la versión de que los hechos violentos comenzaron cuando a tres policías se los llevó, del hotel en el que se encontraban hospedados, personas embozadas y armadas con palos, bombas molotov y tubos, que viajaban en siete camionetas.
Después, un grupo mayor de la Policía Federal salió en busca de sus compañeros y es instantes después cuando se da el enfrentamiento con maestros adscritos a la CETEG y con estudiantes de Ayotzinapa que habían terminado de preparar un concierto a beneficio de los normalistas desaparecidos.
Explicó que antes de estos hechos hubo un roce entre alumnos y maestros con civiles que, pensaron los cetegistas y normalistas, eran policías federales, pero que no fue así. El mando federal, en entrevista telefónica en “La Primera por Adela”, deslindó a la CETEG como el grupo que sustrajo a los uniformados de su hotel y que generó la violencia.
“Hay otros grupos de mayor violencia, que se tapan la cara (…) que generan distorsiones a las propias manifestaciones”, dijo Enrique Galindo al explicar que “algunos de los integrantes de esos grupos están identificados, pero no pueden ser detenidos porque no hay pruebas en flagrancia, puesto que actúan encapuchados”.
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