Educar desde la familia, pide Abelina López ante la violencia
ACAPULCO, Gro., 22 de agosto de 2019.- El Gobierno de México volvió a exhibir la falta de claridad en la estrategia para combatir la inseguridad, ahora con la confusión que generó al hacerse público que dialoga con grupos armados de los estados más violentos del país en busca de terminar con la violencia e iniciar la construcción de la paz.
Así lo señalaron los periodistas Javier Lafuente y Georgina Zerega del influyente diario europeo El País, quienes coincidieron en que la imprecisión de la administración federal en los asuntos de Estado “parece no tener fin”, pues “un día se dice una cosa y al siguiente, cuando no unas horas después, la contraria”.
Quadratín Guerrero informó el martes que la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que esa dependencia mantiene conversaciones con grupos armados, quienes “han manifestado que no quieren seguir en esta violencia, que ellos quieren deponer las armas y quieren caminar hacia la paz”, negándose a especificar a quiénes se refería.
Las declaraciones de inmediato generaron revuelo y la Segob salió a negarlas y a asegurar que eran “producto de una lamentable edición”, para además aclarar que el diálogo no es con el crimen organizado, sino con autodefensas.
Lafuente y Zerega apuntaron que el miércoles, durante su conferencia mañanera, lejos de aclarar las dudas, el presidente Andrés Manuel López Obrador profundizó la confusión al recurrir “a una suerte de ‘sí, pero no’”, pues dijo que su gobierno no dialogará con delincuentes, pero al mismo tiempo afirmó que se debe “buscar un proceso de paz en el país con la participación de todos”.
Los periodistas indicaron que pese al enredo de términos, “es innegable que el Gobierno de México ha iniciado acercamientos con grupos que, aunque no tengan necesariamente vínculos con el narcotráfico, sí están armados”, y señalaron que uno de los responsables de entablar estas conversaciones es el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta, quien se vio envuelto en polémica al ser acusado por el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, de reunirse con líderes de Columna Armada Pedro José Méndez, una autodefensa vinculada al Cartel del Golfo.