Alcanza Guerrero 71.4% en ocupación hotelera
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de noviembre de 2016.- En los últimos 10 meses, siempre hubo una correlación marcada entre la intención de voto hacia el virtual presidente de Estados Unidos Donald Trump y la depreciación en el tipo de cambio del peso mexicano.
Un conjunto de fenómenos generan factores de volatilidad importantes que pueden afectar el empleo, el bolsillo y las condiciones de vida de los mexicanos de a pie.
Luego de la sorprendente e inesperada victoria del polémico republicano en EU, la moneda nacional continúa hundiéndose en las jornadas consecutivas.
Algunos analistas ubican la cotización peso–dólar entre 22 y 24 pesos como reacción inmediata. El economista Raúl Martínez Solares Piña asegura que probablemente llevará a la moneda alrededor de los 21 pesos.
En entrevista exclusiva con Quadratín México, el catedrático de la Facultad de Economía de la UNAM descarta un escenario mayor a una depreciación cambiaría cercana al 15 por ciento.
Solares Piña, también director del Fondo de Ahorro Educativo, Mexicana de Becas, explicó dos elementos que están provocando una presión cambiaría para México, tras los resultados de la elección presidencial de EU.
Existen dos factores indirectos, abunda Raúl Martínez: el peso mexicano convertido en una de las monedas más “comerciadas” a nivel internacional. Esto quiere decir que un inversionista en Rusia que se quiere proteger contra la devaluación del rublo, compra cobertura en pesos al ser una moneda con mayor liquidez.
“Lo que provoca es que el 70 por ciento de las operaciones que se realizan en pesos no se hacen en México sino en mercados internacionales”, expone. “No hay un pánico en el país, sino que se trata de un movimiento especulativo a nivel internacional”, añade.
Desde las preferencias electorales que favorecieron a Trump el pasado martes 8 de noviembre, se percibió al momento una depreciación cerca del ocho por ciento en las operaciones de cobertura del peso en los mercados.