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ACAPULCO, Gro., 2 de abirl de 2022.- El exgobernador Ángel Aguirre Rivero aseguró que el entonces jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la Procuraduría General de la República, Tomás Zerón de Lucio se empecinó en involucrarlo con la delincuencia organizada, para que fuera detenido por la desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa en 2014.
En su columna publicada en Milenio, Aguirre Rivero señaló “en los primeros 15 días de tan lamentables hechos, el gobierno federal los minimizó señalando que se trataba de un tema loca y fuera resuelto por el entonces gobernador (el que esto escribe)”.
Señaló que el expresidente Enrique Peña Nieto escuchó la sugerencia de no involucrarse en el caso de Aurelio Nuño, entonces jefe de la Oficina de Presidencia a quien calificó como un junior, sin ninguna experiencia en política.
El exgobernador indicó que tras la desaparición de los estudiantes instruyó al entonces procurador Iñaky Blanco, para que se trasladara al lugar de los hechos, lo que dejó la detención de 27 policías municipales, que siguen presos por el riguroso procedimiento que se siguió, subrayó.
“Es de llamar la atención que se nos negó todo tipo de apoyos por parte del Ejército y la Policía Federal, y no sólo eso, Tomás Zerón mantuvo retenido a Iñaki Blanco para su posible consignación. Y más aún: el entonces jefe de la Agencia de Investigación Criminal de la PGR se empecinó en involucrarme con nexos con la delincuencia organizada, para que obviamente yo también fuera detenido, lo cual no prosperó porque nunca tuve la más mínima relación con estos grupos delictivos. Hoy Zerón se encuentra en Israel. Ojalá muy pronto se consiga su extradición para aclarar cabos suelto”, escribió Aguirre Rivero.
“Hoy se reconoce que las bases de la investigación las sentó el procurador Iñaki Blanco, ¿qué hubiera pasado si éste hubiera continuado con la investigación?, ¿por qué incluso se nos negó la coadyuvancia en este lamentable caso? Tal vez estaríamos hablando de otra historia”, agregó.
Reprochó que el gobierno federal se dio cuenta muy tarde de que el caso escaló fronteras y que era un asunto de carácter federal por tratarse de la delincuencia organizada y se pensó que con su salida de la gubernatura el hecho se acallaría y toda la responsabilidad caería sobre él.
Aguirre Rivero reclamó que los dirigentes del PRD de esa época, como Carlos Navarrete, pusieron su cabeza sobre la mesa, pero parafraseando a Fidel Castro confío: “La historia me absolverá”.