Quadratín Bajío está de manteles largos
MORELIA, Mich., 1 de abril de 2020.- Han pasado 72 horas del encuentro entre el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y la mamá de Joaquín El Chapo Guzmán, y Bryan LeBaron se sigue preguntando: ¿por qué tanta importancia a las cartas de la mamá? ¿Hay un pacto? ¿Es por miedo?.
Bryan es integrante de la cuarta generación de la familia LeBaron, asentada en nuestro país desde hace casi 100 años, proveniente del estado de Utah, Estados Unidos, buscando fortuna y libertad religiosa.
Su familia ha sido víctima de extorsiones, secuestros y ejecuciones. El atentado más reciente fue en noviembre pasado, cuando fueron acribillados a tiros nueve de sus familiares, entre ellos, seis menores.
En entrevista con directores y coordinadores de seis estados del país de la agencia de noticias Quadratín, Bryan LeBaron cuestiona y reprueba el encuentro de López Obrador con la mamá de El Chapo. Ella, como madre, tiene todo el derecho del mundo de procurar el bienestar de sus hijos, es entendible, pero el Presidente de la República no tiene el derecho de darle prioridad, “no tiene el derecho de dar recursos y tiempo a delincuentes cuando no puede con la crisis que estamos viviendo, cuando están muriendo víctimas todos los días por esa misma violencia y ahora por la crisis del coronavirus”; y refuta: ¿qué sienten los soldados que todos los días se ponen las botas para ir a combatir el crimen mientras el Presidente va a saludar a la mamá de uno de los criminales?
Indica que la política del Gobierno federal no está funcionando, no hay una estrategia para combatir el crimen “abrazos y no balazos” no es una estrategia. A su juicio, el Gobierno federal no tiene la capacidad ni el interés de cambiar, de ahí que debe existir una mayor participación social, una mejor organización para que sea el pueblo el que se defienda. No coincide con el uso de las armas entre los civiles, pero está a favor de una mejor organización. “Los buenos somos más y necesitamos organizarnos mejor”, dijo.
Bryan LeBaron recuerda que cuando familiares de los niños con cáncer buscaban una visa humanitaria para que sus hijos ingresaran a Estados Unidos, no hubo nadie que los apoyara. Él personalmente trató de auxiliarles y se encontró con una contestadora automática, en cambio, el Presidente ha dispuesto que el propio canciller Marcelo Ebrard, atienda el caso de la mamá de El Chapo Guzmán; ”¡caray, dónde están las prioridades? ¿quiénes son las víctimas?”, se pregunta.