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ACAPULCO, Gro., 11 de abril de 2025.- Como parte de su recorrido por Guerrero, la candidata a Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ana María Ibarra, se presentó en la Universidad Hipócrates, donde ofreció una conferencia magistral centrada en el papel del Poder Judicial frente a los desafíos de seguridad y justicia en México.
De acuerdo con un boletín, ante estudiantes, docentes y profesionales del derecho, Ibarra afirmó que las y los juzgadores no pueden permanecer indiferentes ante la crisis de violencia. “Construir paz también es nuestra tarea. Las y los jueces debemos contribuir con responsabilidad y visión de Estado”, sostuvo.
Frente a un auditorio atento, Ibarra remarcó que el Poder Judicial forma parte esencial del andamiaje institucional del país. “Las y los jueces no podemos entendernos como entes aislados. Somos parte del Estado mexicano y, como tal, tenemos una responsabilidad concreta en el combate a la impunidad”, expresó. Recalcó además que “la labor de impartir justicia debe garantizar los derechos humanos sin entorpecer ni obstruir los esfuerzos institucionales para recuperar la seguridad”.
La candidata precisó que no se trata de otorgar un aval automático a las fiscalías, sino de actuar con equilibrio y sensatez. “El debido proceso, los derechos de las víctimas y el esclarecimiento de la verdad no se contraponen. Son los pilares que, bien entendidos, pueden sostener una justicia que contribuya verdaderamente a la paz”, señaló.
En otro momento de su intervención, Ibarra insistió en que el acceso a la justicia debe dejar de ser un privilegio para convertirse en un derecho tangible. “En un país tan desigual como el nuestro, no podemos permitir que los tribunales funcionen como murallas. Necesitamos que sean puentes para las personas más desfavorecidas”, apuntó.
Finalmente, Ana María Ibarra compartió los principios que guían su visión judicial, basada en la equidad y el sentido social. Subrayó la necesidad de adoptar una mirada sensible frente a los contextos de vulnerabilidad y de emitir resoluciones claras, útiles y transformadoras. “La Corte no puede retroceder por un camino mientras la sociedad avanza por otro”, concluyó.