![](https://guerrero.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/funcionarios-107x70.jpg)
Supervisan Conagua, CAPASEG y Sectur obras de saneamiento en Acapulco
TLAPA, Gro., 26 de julio de 2014.- “Defendemos el territorio sagrado, el lugar donde nacieron nuestros dioses, a donde peregrinamos para pedir por el mundo, el hogar del Xicury (peyote), estamos combatiendo contra un monstruo que está destruyendo poco a poco nuestro territorio, llevamos un 70 por ciento de la lucha, nos falta que Wirikuta sea un lugar libre de proyectos mineros”, relató Santos de Jesús, wirrárika invitado al aniversario 20 de Tlachinollan.
El integrante del Frente en Defensa de Wirikuta señaló que existen intereses de mineras canadienses y otras empresas, una de ellas propiedad del magnate Carlos Slim, que buscan desequilibrar el universo dañando las áreas naturales protegidas que abarcan siete municipios, todo ello sin consultar a los pueblos. Estas son las razones por las que existe actualmente un amparo en contra de 72 concesiones mineras, aunque falta que sean revocadas y Wirikuta sea protegida como patrimonio cultural por la Unesco, espetó de Jesús, quien además comentó que las mineras están intentando dividir a la gente para confrontarla.
Dentro de las mesas que trataron ayer la cuestión de megaproyectos estuvieron presentes el Consejo de Autoridades Agrarias del Itzmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, el Comité Salvemos Temaca, de Temacapulin, Jalisco, cuyos pobladores luchan porque no se inunde su pueblo por el proyecto de una presa hidroeléctrica.
También en la exposición de temas dentro del aniversario del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, desarrollado en el seminario Tonantzin, indígenas nahuas de Cuetzalan, Puebla, que mantienen una cooperativa cuya producción de productos como café tiene problemas de exportación por diversas trabas puestas por autoridades, se enfrentan al engaño del gobierno a través de instalación de proyectos para la privatización de bosque, en una de las zonas con mayor lluvia existentes en México.
Dentro de las participaciones, me´phaa de San Miguel el Progreso Malinaltepec, relataron su situación frente a una de las concesiones mineras aprobadas por el Gobierno Federal sin autorización del pueblo. El comisario municipal, Gonzalo Hilario Gálvez, remarcó que se reunieron en asamblea para ratificar que no quieren la introducción de proyectos que traen muerte y destrucción.
Para esto, emprendieron un proceso legal con el cual obtuvieron un amparo en contra de la concesión, además acompañados de abogados de Tlachinollan buscan que la Ley minera sea declarada inconstitucional tras un análisis propuesto a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por parte del gobierno, éste impugnó el amparo acusando a la comunidad de no ser indígena y negando que tuviera que existir una consulta porque tienen poder para otorgar concesiones de manera discrecional.
El especialista Gustavo Castro señaló que el acelerado extractivismo fue en el periodo del presidente Salinas de Gortari, el comienzo de una gran apertura legal a través de modificaciones a la Constitución mexicana y otras leyes como la de agua, la minera, de inversión extranjera, hasta el propio artículo 27 constitucional que da lugar al cambio el régimen de tenencia de la tierra.
Además, tratados como el de Transpacífico hace que las empresas puedan apropiarse de todo, mientras que los gobiernos se encargan de modificar leyes para criminalizar a quienes se opongan a efecto de garantizar seguridad a los inversionistas.
En el país este tipo de cuestiones deriva, por ejemplo, en la autorización de 300 mil hectáreas para el cultivo de soya transgénica en tres estados del país. El tema del abuso de la tierra, afirmó Castro, abarca cualquier megaproyecto de extracción de agua, energía, petróleo, gas, biodiversidad, semillas, pero es el de la minería el de mayor impacto dañino.
Durante 2013 fueron entregadas mil 600 concesiones en 24 estados del país, en el caso de Guerrero fueron 22. En el país, además de la minería otros proyectos recurrentes son los de extracción, como el de gas a través de fractura hidráulica para el cual se usa agua y químicos que contaminan masivamente las capas terrestres hasta cinco mil metros de profundidad.
A pesar de esto, subrayó el activista, hay esfuerzos como el de 56 territorios que se han declarado libres de minería y están en resistencia como ocurre en Zacualpan, Colima.