A 7 años de su feminicidio, no llega la justicia para Melani en Acapulco
ACAPULCO, Gro., 9 de enero de 2018.- Al grito de “¡Justicia!”, familiares de seis personas asesinadas por policías comunitarios de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) el domingo en la comunidad La Concepción, exigieron a las autoridades que estos crímenes no queden impunes.
Las víctimas fueron sepultadas esta mañana en el panteón de la comunidad, a donde acudieron familiares y vecinos a darles el último adiós, entre llanto y gritos de desesperación.
Los cuerpos del hermano y sobrino del comisario Florentino Melchor fueron entregados la tarde del lunes y velados en sus domicilios, mientras que a muy temprana hora de este martes, más de un centenar de personas acudieron al panteón a darles cristiana sepultura.
Durante el entierro, reporteros de los diarios El Sur y La Jornada fueron retirados a gritos y amenazas de linchamiento por los habitantes, quienes los acusaron de ser gente de Marco Antonio Suástegui y defenderlo, además de llevarle información.
En breves declaraciones, Florentino Melchor pidió al gobierno estatal que no permita que el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (CECOP) Marco Antonio Suástegui salga libre, ya que él y los policías comunitarios son los culpables de lo que calificó como una masacre.
“Ellos (las víctimas) son inocentes, no eran bandidos como ellos (Marco Suástegui y comunitarios), ahora dicen que ya está derechos humanos y lo van a apoyar para que quede libre, no es justo, aquí están los inocentes”, lamentó.
Después del sepelio, el comisario y algunos familiares de las víctimas convocaron a una reunión en la cancha afuera de la comisaría para acudir a la cárcel de Acapulco a protestar para que no liberen a Marco Antonio Suástegui.
“Ya no lo queremos a nadie aquí, si sale nos van a venir a matar, está armados y atacan a todos, más ahorita porque vamos a hablar y no lo queremos”, dijo. “El pueblo ya se enardeció, si lo dejan libre matamos como ellos, si matan, matamos”, agregó.
De acuerdo con el comisario, el primer enfrentamiento ocurrió porque en la cancha se suscitó una riña entre jóvenes y dos policías comunitarios, estos últimos sacaron una escopeta y atacaron a los muchachos.
De inmediato su hermano, quien era policía municipal y estaba armado, sacó su pistola y se hizo de palabras con los comunitarios, “eran los más agresivos y por eso ocurrió esta masacre”.
La comunidad es resguardada por efectivos del Ejército, Policía Federal y Estatal, así como un helicóptero y un dron.
En La Concepción se percibe una tensa calma. En la comandancia del CECOP-CRAC están todas las cosas tiradas, con manchas de sangre y las paredes y puertas baleadas.