Sin mucho ruido
La vida
¿Qué es la vida?
Existen diversos conceptos de vida: desde el punto de vista biológico, físico y filosófico, principalmente. En esta ocasión trataremos aquí únicamente la opción biológica, definida muy simplemente, como la capacidad de nacer, desarrollarse, reproducirse y morir. En este sentido, la vida es aquello que distingue a hombres, animales y plantas de un objeto o cosa, como una piedra, una casa, un automóvil, etcétera.
¿Cómo se originó?
El primer concepto conocido que trató de explicar este fenómeno natural fue emitido por Anaxágoras, nacido en Turquía, 500 años AC y posteriormente asentado en Grecia, quien señaló que la vida surgía a partir de semillas. Posteriormente, a lo largo del tiempo, surgieron todo tipo de teorías que buscaban explicar tal fenómeno, aunque fue hasta 1924 en que el bioquímico soviético Aleksandr Ivánovich Oparin rechazó el concepto vigente de “generación espontánea” y emitió la hipótesis del Caldo Primigenio, substancia rica en elementos químicos, principalmente carbono, nitrógeno e hidrógeno, mezclados en las proporciones que se suponían existentes hace 4 mil millones de años y expuestos a las condiciones ambientales que imperaban en nuestro planeta en ese entonces.
Tal líquido, señala la hipótesis, fue expuesto a rayos ultravioletas provenientes del Sol y a la energía eléctrica originada en los rayos que continuamente se generaban en una atmósfera convulsa y así, tras millones de años, se combinaron con el oxígeno del agua, que al enfriarse la superficie planetaria se estaba condensando y precipitando para crear tibios océanos, donde surgieron las primeras moléculas de proteínas y aminoácidos que se combinaban y se rompían y nuevamente volvían a combinarse en una nueva disposición. Así, de esta manera tales substancias se multiplicaban cuantitativa y cualitativamente hasta crear compuestos orgánicos que fueron avanzando, cada vez más complejos, creando una competencia sobre los que actuaría la selección natural, determinando formas de organización material que poseían la capacidad de hacer copias similares a sí misma, creándose así el “primer replicador”. Tal replicador funcionaba con exactitud, pero algunas copias contenían algún error. Si este cambio destruía la capacidad de hacer nuevas copias se extinguía. De otra manera, algunos cambios harían más rápida o mejor la réplica y esta variedad llegaría a ser numerosa y exitosa. A medida que aumentaba la materia viva, la comida iba agotándose y las “cadenas” usarían nuevos materiales, tal vez detenían el progreso de otras “cadenas” y recogía sus recursos, llegando a ser más numerosas para finalmente, dar origen a ARN o ácido ribonucleico. Posteriormente, con la evolución se generó el ADN o ácido desoxirribonucleico que está presente en las células modernas y se encarga de guardar la información genética y transmitirla a sus sucesoras.
Demostración experimental
En 1953, el científico y ornitólogo Stanley Miller demostró un modelo experimental del caldo primigenio en la Universidad de Chicago. Introdujo agua, metano, amoníaco e hidrógeno en un recipiente de vidrio para simular las supuestas condiciones de la Tierra primitiva. La mezcla fue expuesta a descargas eléctricas y, una semana después, una cromatografía en papel mostró que se habían formado varios aminoácidos y otras moléculas orgánicas, corroborando así modelo del Caldo Primigenio que mencionamos anteriormente.
¿La vida es extraterrestre?
Existe otra hipótesis a este tema, que argumenta que la vida llegó a la tierra desde el espacio a través de cuerpos celestes como meteoritos y asteroides que continuamente bombardeaban nuestro planeta en sus orígenes. Esta hipótesis ha cobrado intensidad en años recientes, sobre todo cuando Jason Dworkin, investigador del Centro Goddard de la NASA, publicó un nuevo estudio que confirma algo sin precedentes: el hallazgo de azúcares esenciales para la vida en meteoritos que llegaron a la tierra.
El descubrimiento respalda la hipótesis de que reacciones químicas en los asteroides, de los que se originan muchos meteoritos, pueden generar algunos de los ingredientes clave para la vida.
Si la hipótesis es correcta, el bombardeo de meteoritos en la antigua Tierra pudo haber contribuido al origen de la vida con un suministro de componentes básicos.
Tal acontecimiento ha sido tomado con toda la seriedad del caso y por esto la Administración Nacional Aeronáutica y del Espacio, NASA, ya envió un explorador, el OSIRIS-Rex, lanzada el 8 de septiembre de 2016 desde cabo Cañaveral para tomar imágenes del asteroide Bennu y colectar muestras, mientras que la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial, Nasda, envió la sonda Hayabusa el 9 de mayo de 2003 al asteroide Itokawa, la cual llegó a 20 kilómetros del pequeño asteroide cercano a la tierra y envió una minisonda, la Minerva, de apenas 519 gramos de peso, la cual falló y se perdió en la inmensidad espacial. Sin embargo, la Hayabusa logró colectar menos de un gramo del material que se desprendía del Itokawa y regresó a la tierra con su preciado cargamento el 13 de junio de 2010.
En la actualidad, diversos estudios realizados en meteoritos demostraron que había en ellos componentes esenciales para la vida, aunque éstos podrían haberse contaminado al ingresar a la atmósfera terrestre y aterrizar aquí, sin embargo, esta información será confirmada cuando la nueva sonda Hayabusa 2 regrese a la Tierra a fines de 2020 procedente del asteroide Ryugu, y el OSIRIS-REx lo haga en 2023 desde Bennu.