![](https://guerrero.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/02/dra-claudia-sheinbaum-mananera-del-pueblo-quadratin-fot-ogob2-1160x700-1-107x70.jpg)
Teléfono rojo
UN DEPORTE FÍSICO Y MENTAL
Un amigo tirador con arco, Kristian Cano, se me acercó para pedirme que hablara en este espacio sobre el deporte de las flechas, que informara al público sobre las bondades del Tiro con Arco, con la finalidad de propiciar la llegada de nuevos arqueros al Club de Tiro de la Unidad Deportiva Acapulco.
Así, inicio informándoles que, contrariamente a la creencia popular, el Tiro con Arco es un ejercicio bastante intenso, aunque no lo parezca; pero cheque usted para que me entienda: Una jornada estándar de tiro, un entrenamiento cotidiano, significa el disparo de 72 flechas; pueden ser a diferentes distancias, 70, 50 o 30 metros, pero son 72 flechas en 12 series de 6 tiradas cada una. Dependiendo de la complexión del tirador, el arco puede estar tensado para ejercer 42, 36 o 28 libras, por lo general; en este caso usemos la menor tensión que es de 28 libras y si multiplicamos esas 28 libras por 72 tiros, nos resultan 2016 libras, esto es poco más de 915 kilos que “jala” el arquero en un entrenamiento normal de apenas dos horas y entonces verá usted, distinguido lector, que no es un ejercicio tan mínimo. A esto, es necesario añadir las gimnasias de calentamiento antes de tirar y las caminatas durante la jornada, que implica recorrer ida y vuelta a la paca, para recoger las flechas, lo cual, a 70 metros, pues significa una caminadita de 1540 metros.
Lo importante es que, además del ejercicio físico, cada flecha disparada significa un ejercicio mental, una práctica de introspección para el arquero que debe analizar su condición, su puntería, su parado, sus movimientos, adoptar toda la serenidad y disparar con la técnica necesaria para lograr dar en el blanco. Y así, al final de cuentas, el ejercicio físico se conjuga con la concentración mental para lograr una precisión muy difícil de alcanzar en la cotidianeidad. Según los médicos, esta conjugación no es común en los deportes mas populares, porque en éstos no se requiere mezclar tal concentración con el ejercicio físico.
Esta dualidad, coinciden los galenos, tiene valor muy especial en la vida del tirador, porque en el deportista joven, fomenta la toma de decisiones razonadas y desde luego propicia su desarrollo físico y mental; en el adulto, genera una tranquilidad notable, una serenidad que diluye del stress y propicia una vida más tranquila y en el anciano, como un servidor, se convierte en un factor de absoluta trascendencia para mantener muy ocupado el cerebro, disminuyendo así las posibilidades de adquirir una enfermedad propia de la edad, como Alzheimer o demencia senil, por ejemplo. Reitero que esto es asegurado por los médicos, no es solo una opinión del que escribe.
Otra ventaja del Tiro con Arco es la sociabilidad que se fomenta. A diferencia de los deportes de contacto, en un equipo de Tiro con Arco se provoca el diálogo, el respeto entre compañeros, la cortesía y muchas veces, hasta un lenguaje más limpio, alejado de las mentadas de madre. Aquí, personalmente le veo gran beneficio social a esta sana costumbre, frente a una sociedad agresiva en la que, incluso en los momentos de sana convivencia deportiva, existen embestidas físicas o al menos verbales.
Lamentablemente, en el Estado de Guerrero y particularmente en Acapulco, este deporte es menospreciado: los arqueros acapulqueños no poseen campo de tiro y deben “arrimarse” a la Unidad Deportiva Acapulco para que les arrenden el campo de beisbol y desde luego, siempre que los beisbolistas no tengan actividades. Por su parte, el Instituto del Deporte, no entrega los apoyos que ha prometido, concretamente pacas para disparar las flechas y como consecuencia, este material escasea aquí, lo cual no sucede en otras ciudades guerrerenses, como Chilpancingo o Chilapa, que ya tienen sus instalaciones. Como si fuera poco, el presidente de la Asociación de Tiro con Arco de Guerrero, que también funge como entrenador titular del equipo de la UDA, no tiene un sueldo por tal concepto y ejerce sus funciones casi por amor a la causa, dependiendo casi exclusivamente de la modesta cuota de $300 pesos mensuales que aportan los arqueros, para cubrir sus gastos personales, pero también para pagar la renta del campo y adquirir insumos que se requieren, como refacciones para las flechas, carátulas para disparar y otras más. Esta situación de precariedad necesariamente ocasiona fallas, porque si el entrenador tiene otro trabajo o no puede concentrarse al 100% en la preparación de sus deportistas porque tiene que buscar recursos para sobrevivir en lo personal, lógicamente se generan ausencias y a pesar de que entra un entrenador suplente, se pierde la continuidad de la preparación deportiva.
Aún así, con todas estas cuestiones en contra, es un hecho que los arqueros acapulqueños están presentes en los torneos más importantes de la especialidad en nuestro país y muestra de ello es el joven Antonio Paco García, quien recientemente ganó medalla de oro en el Torneo Nacional de Interiores, además de otros arqueros como: Aline Viviano Damian, Haziel Giles Peñaloza o Abraham Vargas Higuera, quienes toman el deporte con gran seriedad y acuden con mucha regularidad y responsabilidad a entrenar, poniendo su mejor esfuerzo y concentración en las jornadas de práctica, logrando así puntuaciones que ya pueden considerarse competitivas a nivel nacional y que deberán traducirse en triunfos para la arquería acapulqueña.
Sirva pues, esta modesta explicación, para motivar a las personas que quieren hacer deporte, a que acudan a la Unidad Deportiva Acapulco los días lunes, miércoles y viernes de 16:00 a 18:00 Hrs. y sábado y domingo de 08:00 a 10:00 horas, para que tomen una clase inicial, disparen unas flechas y si les gusta, pues se unan a este magnífico deporte, que por cierto, ha sido parte integral del hombre desde los inicios de la civilización.
Háganlo, no se arrepentirán.