México ante su mayor amenaza
NO BUSQUES CHICHES A LAS VÍBORAS, MEJOR USA TAPABOCAS
No parece haber tema más importante en este momento que la pandemia del Conavid 19. Por tanto, aportaré mi modesta opinión sobre el uso o no de tapabocas como medida preventiva ante el contagio viral.
El virus se transmite por contacto personal o por vía aérea; tocando algo o a alguien infectado o a través del aire que respiramos, contaminado por las exhalaciones de una persona enferma.
El contacto personal es relativamente fácil de evitar y un frecuente lavado de manos, uso de gel de alcohol y evitar tocarse la cara, más o menos puede prevenir el contagio del malhadado virus, pero en el caso del aire que respiramos, la prevención es algo mucho más difícil, porque normalmente todas las personas al hablar o respirar emitimos “gotículas” de saliva y moco del proveniente de la boca y el sistema respiratorio.
Esto es normal, siempre está sucediendo, siempre estamos recibiendo estas gotículas en mayor o menor escala: será mayor si estamos en una habitación cerrada y sin ventilación, hablando codo a codo con alguien y junto a diez gentes más y será menor si estoy en el exterior, en un ambiente airoso, con una persona o las mismas diez, hablando a 1 metro de distancia.
Entonces quedamos en que las gotículas nos llegan, en mayor o menor cantidad siempre que sostenemos una convivencia normal con las personas, siempre ha sido así y siempre será así, es un asunto inherente a nuestra conformación fisiológica y no hay problema en condiciones normales; el problema surge cuando una o varias de estas diez personas con las que estamos conviviendo está contaminada y ya enferma con el virus que nos atañe, porque entonces las famosas gotículas están infectadas con el Conavid-19 y lo llevan en su interior, son el vehículo de millones de virus que, como mencionamos anteriormente, pueden permanecer flotando por largos períodos en un ambiente confinado y sin ventilación y si usted o yo, distinguido lector, estamos en ese ambiente, pues muy seguramente respiraremos tales gotículas infecciosas que entrarán a nuestros pulmones y depositarán su carga viral, la cual encuentra el ambiente preciso para reproducirse, enfermarnos y nuevamente ser exhalada al ambiente externo, dentro de millones de gotículas que infectarán a otras personas y así, hasta que llegamos a la compleja situación que enfrenta la humanidad en este momento.
Ahora bien, si ya entendemos, más o menos, como funcionan las principales formas de contagio, pues sin duda intuimos que, evitando tales circunstancias estaremos previniendo el contagio y es por ello que las autoridades sanitarias están haciendo el vigoroso llamado a no salir de casa, para no ser contagiados o no contagiar a otros. Hasta ahí, todo bien, pero: ¿Y si debemos salir y socializar con otros, que? ¡Pues el tapabocas!
El tapabocas es ampliamente conocido por casi toda la gente y ha sido utilizado en diversas crisis de contagios, como la que nos afecta ahora. La cuestión es que también ha surgido la polémica de “si sirve o no usar tapabocas” como medida de prevención y mientras algunas “voces autorizadas”, médicos y científicos, señalan que es un eficiente medio de prevención, otras voces similares lo descalifican totalmente.
Los argumentos en contra son, principalmente el hecho de que el virus tiene un tamaño sumamente pequeño, muchas veces menor que la red del tejido de un tapabocas, entonces pasa la barrera de tela sin problemas, no cual es cierto, pero lo que se pasa por alto es que el tapabocas no es para detener ningún virus; está concebido para detener las gotículas que expelemos las personas, esas si, miles de veces mayores que los propios virus que transportan, así que el tapabocas no es para protegerme a mí, es para evitar que las gotículas le lleguen al de enfrente.
Y bueno, si se detiene el vehículo masivo del virus, aunque me lleguen aquellos aislados que no viajan en gotículas, primero, caerán al suelo a un metro de ser exhalados y segunda, pues será mucho, mucho menor la cifra de virus que me impacten. Como la lotería: si tengo muchos números es más probable que le pegue y tengo menos posibilidades de darle al grande, si solo tengo uno. así de simple.
Por tanto, creo que todos debiésemos usar el tapabocas al salir a la calle y que las autoridades consideraran la posibilidad de propiciar el uso obligatorio de accesorio de muy bajo costo, como una medida más a las difíciles pero inevitables decisiones que se han tomado en todo el país.
OTRA…El Dr. Antonio Elías Azar, cirujano otorrinolaringólogo de gran prestigio, presidente fundador del Colegio de médicos de esa especialidad en el Estado, anunció el cierre temporal de su consultorio en Acapulco, hasta el próximo 20 de abril, tras afirmar que las salas de espera de los consultorios son sitios de riesgo de contagio porque generalmente son reducidas y los pacientes no pueden guardar la distancia requerida para prevenir el contagio y en general son cerrados y con ventilación inadecuada para este momento; entonces llega una persona buscando atención médica para cualquier enfermedad, pero tal vez ni sepa que es portador de Covid-19 y va a contagiar a otros enfermos y también al personal médico que atiende ese consultorio. Asimismo, convocó a que los pacientes que requieran atención por cualquier afección, acudan lo menos posible a los consultorios médicos; solo en caso de que se requiera la inevitable atención del médico y no para revisiones simples o afecciones sencillas que pueden esperar. Además, en caso de acudir, dijo, hay que ir solo.
ARQUEROS ENCLAUSTRADOS
Un arquero necesita 4 cosas, arco, flecha, un blanco y espacio para tirar.
En este contexto y dada la contingencia biológica de magnitud planetaria, los arqueros citadinos de todo el mundo nos vemos afectados porque los grandes espacios requeridos para tirar flechas (la distancia olímpica oficial es de 70 M.) son públicos y están cerrados.
Así, acorde a los tiempos y con gran creatividad, la organización que rige el Tiro con Arco a nivel mundial, “World Archery, respondió a la contingencia diseñando y poniendo en la red pequeñas caratulas, blancos o dianas, como guste llamarlas, a tamaño proporcional, que se pueden descargar e imprimir en cualquier impresora casera, para tirar a 5, 8 y 10 metros de distancia, teóricamente con el mismo grado de dificultad que representaría tirar con carátulas y distancias convencionales.
Esto realmente levantó el ánimo de muchos arqueros del mundo entero que se inscribieron en diversos torneos amistosos, organizados en redes sociales y así, de alguna manera permanecen vigentes y siguen tirando.
Tal iniciativa fue dada a conocer de manera extraoficial y solo “entre los cuates”, por el arquero de poleas Alberto Alejandro Ascencio, que de plano “le comió el mandado” a la Asociación Estatal de Tiro con Arco de Guerrero y a los demás clubes de tiro, que no parecen contemplar actividad alguna para mantener la atención de los arqueros, recluidos en sus casas.