El presupuesto es un laberinto
La “INFODEMIA” contribuye a propagar el COVID 19
Un tema de principal interés en todas las épocas y en todos los medios informativos, sean impresos, televisivos, radiofónicos, redes sociales, señales de humo o palomas mensajeras, ha sido el tema de la salud. Tener información oportuna nos ayuda a conservarla en buen estado y simplificando el concepto, baste referirnos al pronóstico del clima, que nos permite abrigarnos, vestirnos ligeros o prepararnos para el aguacero y evitar así un resfrío o un golpe de calor.
¿Pero qué sucede si alguno de estos medios de comunicación emite una información errónea, como que habrá mucho calor y resulta que hay frío gélido? Pues que la gente se enferma a consecuencia de esta desinformación.
Ciertamente existen ejemplos de la vida real que refieren casos de grave desinformación, como el brote de ébola en África occidental en 2014, considerada la epidemia viral hemorrágica más grande en la historia, que ocasionó la muerta a casi el 40% de las personas que la contrajeron.
Esto ya es historia, pero sabemos que la historia tiende a repetirse y así vemos en la actualidad el regreso de enfermedades antaño erradicadas o muy controladas, como la viruela o el sarampión, solo porque un cretino aseveró que las vacunas producían autismo y demasiados medios de comunicación difundieron la ominosa información, que ciertamente atrajo muuuuchos padres de familia, los influyó y dejaron de vacunar a sus hijos, propiciando el regreso de estos males.
Con respecto a este tema y más concretamente en referencia a la pandemia de Covid 19, la Oficina Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos asevera que existe un “tsunami de desinformación” que cuestiona todo: desde la utilidad de las máscaras y la eficacia de los cierres de escuelas, hasta la utilidad detrás del distanciamiento social e incluso impulsa la promesa de remedios no probados. Más aún, el estudio publicado por dicha oficina acusa que las áreas de ese país expuestas a programas de televisión que minimizan la gravedad de la pandemia vieron un mayor número de casos y muertes, porque la gente no siguió las precauciones de salud pública.
Y siguen: “En Estados Unidos, la desinformación difundida por elementos de los medios de comunicación, por líderes públicos y por personas con grandes plataformas de redes sociales ha contribuido a una parte desproporcionadamente grande de la carga de Covid 19: albergamos al 4 por ciento de la población mundial, pero representamos el 22 por ciento de las muertes mundiales por Covid 19. Con el invierno a la vuelta de la esquina y las personas que pasan más tiempo en interiores, es más imperativo que nunca contrarrestar la información errónea y comunicar claramente los riesgos al público, además, mientras esperamos la llegada de una vacuna, es igualmente importante armar al público con hechos. Tenemos trabajo por hacer: una encuesta reciente encontró que solo la mitad del público estadounidense planea recibir una vacuna COVID-19”.
Paralelamente, tras estudiar los mensajes sobre Covid 19 en las redes sociales, estos analistas descubrieron la emisión reiterada de información errónea por parte de políticos, celebridades y otras figuras prominentes que representaron alrededor del 20 por ciento de las afirmaciones, pero representaron el 69 por ciento del compromiso total en las redes sociales.
Ante este hecho contundente, los gringos lanzan recomendaciones dirigidas a científicos, profesionales de la salud, industriales del ramo y público en general para mitigar de manera efectiva el efecto de la información errónea en torno a la respuesta al Covid 19. En concreto, proponen una campaña coordinada de “influencers” asociados con figuras o personas destacadas locales, regionales y nacionales de una amplia gama de sectores, tanto dentro como fuera de la comunidad de salud pública, para contrarrestar el gran volumen de información errónea que se introduce en el ecosistema de la información: “Una campaña coordinada de personas influyentes que combine expertos en la materia con artistas, figuras políticas, empresarios y sectores de la sociedad civil ayudará a ampliar la orientación coherente de salud pública en las redes sociales, medios digitales y medios tradicionales”, afirman.
También proponen un esfuerzo agresivo y transparente de las empresas de redes sociales, trabajando en cooperación con los gobiernos para eliminar información marcadamente falsa sobre Covid 19. La categoría más grande de afirmaciones engañosas o falsas, el 39 por ciento, son caracterizaciones erróneas o mensajes engañosos sobre acciones o políticas de las autoridades públicas.
Señalan también que, aunque las empresas de redes sociales están aumentando sus esfuerzos para eliminar la información errónea sobre Covid 19 de sus plataformas, sus esfuerzos son en gran parte reactivos y retrasados, durante los cuales circula información dañina entre los espectadores involuntarios. Es por eso que los funcionarios de salud pública deben trabajar con las empresas de redes sociales a través de asociaciones sólidas para identificar fuentes comunes de información errónea; anticipar proactivamente la información inexacta futura de esas fuentes y permitir su eliminación casi en tiempo real. Para ser creíble, este proceso debe ser sólido, transparente y no partidista.
Dada la trascendencia del estudio referido, que es largo, minucioso y contundente, solo he transcrito algunos párrafos de éste, combinándolos con algunos apuntes que contribuyen a darle fluidez al texto y en este sentido culmino mi comentario al respecto, transcribiendo textualmente otro párrafo:
“Contrarrestar eficazmente la “Infodemia” de desinformación que rodea a la pandemia de Covid 19 jugará un papel importante para aplanar la curva y, en última instancia, derrotar al virus. Las lecciones de las enfermedades transmisibles destacan el hecho de que las estrategias de comunicación de salud pública agresivas son imperativas para frenar las enfermedades. En la era de las redes sociales, la difusión de información errónea constituye un obstáculo importante para esos esfuerzos y requiere una respuesta aún más sofisticada. La ejecución de las recomendaciones detalladas anteriormente ayudará a contrarrestar eficazmente la información errónea que rodea a la pandemia actual y ayudará a protegernos de la próxima.
Premio Estatal del Deporte
El próximo sábado 17 de octubre se otorgará el Premio Estatal del Deporte 2020. Ciertamente este es un año atípico para las actividades físicas y Tiro con Arco, al igual que otros deportes fue afectado, no solo por la suspensión de actividades y la consecuente caída de rendimiento deportivo que la detención conlleva, sino que se perdieron muchos esfuerzos acumulados y el ánimo está por los suelos.
Y digo esto en relación al galardón estatal, porque el presidente de la Asociación de Tiro con Arco de Guerrero, Villy Deloya Parra tenía intención de postular a dos tiradores: Roberto Aburto de Chilpancingo y Antonio “Chamaco” Paco de Acapulco. El primero integrante de la Selección Nacional Paralímpica de Tiro con Arco y el segundo, tirador de alto rendimiento que obtuvo tres medallas, una de oro, en el pasado Torneo Nacional de Exteriores 2019.
Con la representación tricolor, Roberto debió competir en los Juegos Parapanamericanos 2020 de mayo, que se cancelaron y por su edad y condición física permanece encerrado en su casa. Antonio, hace pocos días y con juvenil vigor, me expresó su beneplácito por la postulación; sin embargo, a final de cuentas, ninguno de los dos mandó sus papeles para la postulación oficial y no hubo propuesta o postulación por parte de nuestro deporte.
También soy arquero y comparto con los dos referidos, el gusto por tirar en competencia, a los dos los conozco y simpatizo mucho con ellos, he competido cordialmente con y contra los dos y sé a ciencia cierta la suprema satisfacción que les representaría ganar ese galardón preciado, además de los $110 mil pesos que conlleva. ¿Entonces, que sucedió como para que ambos deportistas rechazaran tal oportunidad? Yo veo un peligroso desánimo en nuestro deporte, un desánimo propio de pandemia que debe ser combatido intensamente por los entrenadores de cada club, para evitar la deserción de los arqueros de todos los niveles.
Otra. La Unidad Deportiva Acapulco, UDA, cumplió 47 años, ayer 12 de octubre. Por efectos de pandemia, el inmueble en su generalidad, languidece semi abandonado, con maleza creciendo en las tribunas, con canchas deportivas y otros espacios que se han convertido en defecaderos de mascotas, con baños cerrados y un ambiente triste, digamos “pandémico”.
En este entorno de semi abandono, el área de albercas de convierte en un verdadero oasis, con prístinas albercas, bellos jardines y un restaurante de primera, bien montado y que, por su ubicación, un tanto apartada del resto de las instalaciones, casi funge como restaurante privado para un selecto club de deportistas y que, a diferencia de otros “changarros”, de esos de caseta metálica que otorga una marca de refrescos embotellados, que operaban dentro de las instalaciones y que fueron cerrados, éste si produce ganancias, que no deben ser pocas porque, aún con poca gente, es el único negocio que ahí opera. Sin duda, el operador de ese establecimiento sabe lo que hace y debe estar sacando jugosas ganancias, aunque con cierto olorcillo a coronavirus.
Buenos Tiros