Hoja verde
¡Qué calor!
En este siglo 21, un frecuente tema de preocupación en ciertos grupos sociales y conversación en muchos más, es lo relacionado con el calentamiento global, hecho que se visualiza de inmediato con el derretimiento de los hielos polares, causando la elevación del nivel de los océanos y la perdida de ciudades costeras como consecuencia del avance de las aguas hacia tierra firme.
Ciertamente esta visión catastrófica puede convertirse en una realidad, pero en todo caso, si llega a suceder, será dentro de varios años; sin embargo, ya en la actualidad se están contabilizando los primeros efectos de esta creciente oleada de calor provocada, básicamente, por el consumo ilimitado de combustibles fósiles.
Así, el hecho es que solo en los Estados Unidos, entre 1999 y 2010 se registraron 8 mil 81 muertes relacionadas con el calor y un tercio de ellas en personas de 65 años o más y otro tanto en personas obesas.
Más aún: Nathan Bradley Morris, fisiólogo térmico humano de la Universidad de Copenhague en Dinamarca, asevera que un tercio de la población mundial ya experimenta condiciones que crean estrés por calor y agrega que los trabajadores de la construcción y los trabajadores agrícolas son los que mayor riesgo corren con, respectivamente, 13 y 35 veces más probabilidades de morir de calor que otros trabajadores.
Mientras tanto, Lisa Leon, fisióloga investigadora del Instituto de Investigación de Medicina Ambiental del Ejército de Estados Unidos, asegura que este fenómeno se está potencializando porque las corrientes migratorias más constantes a nivel mundial son del campo hacia las grandes ciudades, definitivamente más calurosas que las zonas rurales, aumentando así los riesgos y ejemplifica con París, Francia, nación altamente desarrollada que no pudo impedir la muerte de 12 mil personas en una semana durante una ola de calor en 2003.
Las proyecciones al respecto son muy graves: Para el año 2100, la exposición al calor amenazará la salud de aproximadamente 4 mil millones de personas, según un informe de la Organización Internacional del Trabajo. El informe prevé que las horas de trabajo productivas del mundo disminuirán un 2.2 por ciento debido al aumento del calor, lo que resultará en pérdidas económicas de 2,4 billones de dólares, concentradas en el sur de Asia y África occidental.
¿CÓMO REACCIONAMOS AL CALOR?
Durante décadas, fisiólogos han estudiado cómo reacciona el cuerpo humano al calor, inquiriendo su notable capacidad para mantener su temperatura central en aproximadamente 37°C, incluso cuando el aire exterior está mucho más caliente. Los nervios sensoriales de la piel responden a la temperatura ambiental y los sensores internos controlan la cantidad de calor, parte del cual es generado por el propio cuerpo. La actividad física intensa puede convertir el cuerpo en un horno, aumentando 15 veces la producción de calor. Ya sea que la fuente sea ambiental o interna, si el calor no se disipa, puede forzar y finalmente apagar el cuerpo.
Cuando los sensores internos le dicen al cerebro que el cuerpo se está calentando, el hipotálamo envía señales que dilatan los vasos sanguíneos cercanos a la piel, lo que hace que circule más sangre allí y pierda calor, siempre que el aire esté más frío que el cuerpo. Cuando no lo es o si la transferencia de calor al aire no es suficiente, las glándulas sudoríparas se ponen a trabajar. Otra parte del cerebro, el bulbo raquídeo, se pone en contacto con el corazón, lo que aumenta su frecuencia y la cantidad de sangre bombeada por latido. Los fluidos del cuerpo cambian, redirigiendo la sangre a la piel y ayudando a llenar las glándulas sudoríparas.
Una persona activa puede sudar fácilmente dos litros de agua por hora, lo que enfría el cuerpo a medida que se evapora. No es la cabeza, como se cree a menudo, sino las manos, por su alta concentración de glándulas sudoríparas y el pecho con su gran superficie, los lugares clave para el enfriamiento por el sudor. La pérdida de líquido estimula la liberación de hormonas que aumentan la sed y alteran la función renal para reducir la producción de orina. Estas medidas de conservación de líquidos ayudan a afianzar el volumen de sangre para que el corazón pueda mantener la presión arterial en niveles seguros.
La deshidratación aumenta enormemente la tensión por calor y el riesgo de lesiones graves. Mantenerse bien hidratado puede ser protector, pero puede que no evite que la temperatura corporal aumente si el calentamiento interno o externo es demasiado grande, entonces llega el agotamiento por calor, con calambres, fatiga, dolor de cabeza, náuseas, mareos, situaciones que obligan a la mayoría de las personas a salir del calor o terminar el ejercicio. Mientras continúe la sudoración, el cuerpo aún puede enfriarse un poco, pero si una persona se calienta demasiado, aproximadamente a 42°C. La sudoración puede detenerse y la temperatura corporal puede dispararse, a veces incluso por encima de los 44 °C y así, el cerebro cede y presenta confusión, agitación, dificultad para hablar e incluso coma.
¡NO SOMOS IGUALES!
La tolerancia al calor varía de una persona a otra, no solo por la edad y la salud, sino también por factores genéticos. Un estudio de 42 mil mineros indígenas en Sudáfrica cuando fueron enviados por primera vez a trabajar en las minas calientes encontró que alrededor del 15 por ciento no podía soportar el calor, mientras que el 25 por ciento lo hacía bien.
También se ha descubierto que la exposición frecuente al calor marca una gran diferencia en la tolerancia a las temperaturas altas; si una persona pasa tiempo en climas cálidos o haciendo ejercicio vigoroso, el cuerpo modifica su fisiología y se vuelve menos vulnerable al estrés por calor. Los atletas y trabajadores pueden trabajar más duro y durante más tiempo a pesar del calor.
¡VIVAN LOS VENTILADORES, MUERAN LOS AIRES ACONDICIONADOS!
Se sabe que después de sólo una semana de pasar dos horas al día trabajando al aire libre en un ambiente caluroso, el cuerpo comienza a adaptarse. La temperatura corporal profunda normal desciende. El cuerpo suda a una temperatura más baja y hay menos tensión en el corazón. Eso es porque, incluso en el calor, la frecuencia cardíaca no aumenta tanto y el corazón bombea más sangre por golpe. El cuerpo retiene más líquidos y aumenta el volumen de sangre, lo que aumenta las reservas de agua para sudar y refrescarse. “El cuerpo tiene una capacidad realmente buena para aclimatarse”, dice Daniel Gagnon, fisiólogo humano de la Universidad de Montreal. Pero “mientras siga insertando aire acondicionado en ese proceso, demorará la aclimatación”, dice Elizabeth Repasky, inmunóloga del Roswell Park Comprehensive Cancer Center.
En el calor del verano, puede haber otras formas de refrescarse, dice Ollie Jay, fisiólogo térmico de la Universidad de Sydney quien ha colocado a octogenarios, niños, personas con problemas cardíacos e incluso mujeres embarazadas en una cámara de calor y ha descubierto que los ventiladores a menudo pueden ser más efectivos que el aire acondicionado, con costos ambientales y financieros mucho más bajos. En noviembre de 2019 Jay y su equipo informaron que los ventiladores pueden ser efectivos hasta a 40 ° C, particularmente en condiciones de humedad, donde ayudan a evaporar el sudor que de otro modo se asentaría en la piel y se comprobó que los trabajadores pueden ser tan productivos y están más cómodos cuando se enfrían con ventiladores que cuando usan aires acondicionados: “En términos de aumento de la productividad laboral, el uso de ventiladores en un entorno de trabajo vietnamita simulado de 30˚C con 70 por ciento de humedad es el equivalente a 7˚C de refrigeración con aire acondicionado”, dijo Jay y añadió que salpicar agua fría sobre la piel también funciona: “La aplicación externa hace el trabajo de sudar sin tener que sudar”, lo que puede evitar la deshidratación y sobrecargar el corazón”.
Lo trascendente de este trabajo es que Jay y su equipo evaluaron el rociado y los ventiladores como alternativas al aire acondicionado, durante la reciente ola de calor del verano en Estados Unidos y, según resultados en 80 de 105 ciudades estudiadas, tales medidas alternativas habrían sido 100% efectivas y concluyen: “Hace más calor y las olas de calor están empeorando”, lo importante será utilizar estos hallazgos para realizar cambios en las políticas públicas”.
MASIVA PARTICIPACIÓN AZTECA EN TORNEO MUNDIAL DE ARQUERÍA, ON LINE
México ha ingresado la mayor cantidad de atletas que participarán en la primera etapa del Indoor Archery World Series, con 311 arqueros, seguido por Malasia con 301 y Holanda con 128.
Este certamen ha despertado gran interés en el deporte del Tiro con Arco a nivel mundial y participarán más de 2 mil 800 flechadores, muchos de ellos de alto nivel como los medallistas olímpicos de Río 2016 Lisa Unruh y Jean-Charles Valladont, el Campeón Paralímpico David Drahoninsky y todo el equipo de tiro con arco profesional Hyundai Steel en Corea, incluidos los campeones olímpicos de Londres 2012 y Río 2016 Oh Jin Hyek y Ku Bonchan .
En otros temas relacionados con nuestro deporte, destaca la publicación de la Revista Proceso donde se mencionan los “chanchullos” de Ana Guevara al frente de la CONADE y de paso involucra a la Federación Mexicana de Tiro con Arco, FEMETA. Enseguida reproducimos textualmente un párrafo publicado por esa destacada revista el pasado 11 de noviembre:
“El empresario Gerardo Alvarado, propietario de la agencia de viajes Volare Travel Shop, denuncia que la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) le adeuda 1 millón de pesos que le prestó, a petición del exsubdirector de Calidad para el Deporte Israel Benítez, para financiar viajes a competencias que, originalmente, iban a ser pagados por otra empresa que en la gestión de Ana Guevara ha sido usada para desviar recursos públicos. Parte de ese dinero ¬–300 mil pesos– Alvarado lo depositó a la cuenta bancaria del presidente de la Federación Mexicana de Tiro con Arco, Santiago Avitia, otros 261 mil a la del entrenador de canotaje José Antonio Romero y 270 mil más a la de Catering Housekeeping, Hospitality and Services, una de las empresas que forman parte de la red de factureras que la Conade emplea para malversar el dinero del fideicomiso Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar).
En entrevista con Proceso, Alvarado también revela que desde 2018 demandó a las federaciones de voleibol, pentatlón moderno, tiro con arco y karate porque le adeudan 18.2 millones de pesos por boletos de avión y hospedaje de 2014 a 2016, dinero que, sin embargo, ya fue comprobado ante dicho fideicomiso con las facturas correspondientes cuando Jesús Mena y Alfredo Castillo dirigieron la Conade.”
No es la primera ocasión que se habla de “chanchullos” en la FEMETA dado que la anterior titular, Efy Sánchez Pérez, fue detenida, acusada de desviar 4 millones 100 mil 197 pesos. Ante este antecedente, sería más que deseable que nuestro dirigente nacional, el Arq. Avitia, aclare o brinde su versión al respecto. Lo buscaremos con esa finalidad.
Es todo, buenos tiros.