Tregua incierta
“Usted puede ser piloto de combate”
El encierro por pandemia nos cambió la forma de vida. Apenas hace año y medio los ejecutivos viajaban por todo el planeta para hacer negocios y los gobernantes lo hacían para reunirse con sus homólogos y las personas comunes viajaban por placer; trabajábamos en la sede del empleo, asistíamos a la escuela en todos los niveles educativos y todo lo comprábamos personalmente: comida, herramientas, medicinas, etc. casi todo se hacía presencial y nos gustaba mucho ser así, éramos “pata de perro”, como se dice coloquialmente y ahora vemos cuanto lo disfrutábamos.
El hecho es que eso se acabó, esperemos que sea temporal, pero por ahora se terminó y mucho de lo que hacíamos antaño ahora lo concretamos por internet, que, según yo, vino a “salvar” la situación permitiéndonos hacer casi todo lo de antes, pero encerrados. Y es así que el trabajo, la educación, las compras, las visitas a museos y asistencia a conciertos y aunque usted no lo crea, ¡hasta el sexo!, se está haciendo virtual, por internet.
En esta ocasión, he de comentarles un ejemplo específico de actividades un tanto “diferentes” que el ciudadano común puede emprender con una computadora enlazada a internet; de hecho, yo le entré de lleno a una y me estoy dando la gran divertida.
Hace varias décadas, una enorme empresa informática lanzó al mercado un simulador de vuelo para computadoras personales llamado Flight Simulator, el cual ponía al operador de la PC en la cabina de un avión en vuelo, con todos sus instrumentos. Tenía numerosos aeropuertos en diferentes ciudades y países y ofrecía mapas con ubicaciones, cartas de vuelo y diversas herramientas que utilizan los pilotos cotidianamente, pero específicas para el programa. El asunto resultó ser un verdadero fenómeno y dada su popularidad y realismo ocasionó cierto recelo en la comunidad de pilotos reales, según comprobé personalmente con amigos míos de ese gremio, porque cualquier “hijo de vecino” adquiría, “de a mentiritas”, los complejos principios de la aviación y el vuelo, cosa que también comprobé, debido a cuestiones periodísticas, porque al inicio de los años 70´s del siglo pasado, viajé en un avión privado y el piloto me dejó volar y se sorprendió mucho al comprobar que entendía lo que sucedía con el aeroplano, un bimotor, recuerdo bien, que conduje nivelado y en el rumbo correcto durante un buen rato y hasta terminó dándome una breve clase de vuelo real.
Ese simulador evolucionó y actualmente ocupa las preferencias comerciales entre multitud de opciones que han surgido en todo el mundo y lo puede usted adquirir a un costo, bueno, nada barato.
Por su parte, como si fuera asunto de la Guerra Fría, los rusos no se quedaron quietos y hace poco más de una década, una empresa comercial de aquel país también sacó un simulador de vuelo, pero de combate y lo puso gratis en línea, para bajarlo sin costo, se llama DCS World y cualquiera lo puede descargar.
El simulador ruso viene originalmente con un escenario de guerra ubicado en el Cáucaso y un avión de combate aire-tierra de la era soviética, el SU-25T y todas las armas que puede cargar en la vida real: bombas de caída libre, bombas guiadas por televisión o láser, al igual que misiles aire-tierra, también guiados por láser o TV y misiles aire-aire guiados por ambas tecnologías y también por calor. Para utilizarlo, no solo debe poder conducir ese avión de combate en el aire, sino que es menester conocer todos los procedimientos que en la vida real seguiría un piloto de combate: supervisar el avión en tierra, solicitar armamento acorde al tipo de misión a realizar, cantidad de combustible, de municiones, de medidas anti misil etc. Además, pedir permiso a torre para encender el aeroplano, para solicitar pista y para despegar. Al regreso es más complicado, no puede llegar a un aeropuerto y aventar un avión así nada más, se requieren procedimientos, patrones de espera y otras situaciones que se presentan en un aeropuerto y que deben ser atendidas siempre.
Ya en batalla es otra cosa porque desde abajo, donde se quiere bombardear, pues le están tirando, se defienden y entonces también se aplican procedimientos técnicos que disminuyen las posibilidades de un derribo. Además, pueden llegar aviones enemigos a defender lo suyo y entonces hay otros procedimientos, tanto de ataque o de defensa que también debe considerar un piloto de combate, porque le va la vida en ello, pero debe cumplir su misión. Este programa es de una calidad y realismo tal, que un par de fuerzas aéreas de países europeos lo adquirieron para entrenar en simulador de vuelo a sus pilotos de combate.
El adecuado manejo de este programa requiere mucha capacitación y he aquí lo sorprendente, que han surgido grupos de aficionados en todo el mundo, quienes, de forma similar a la estructura de una fuerza aérea, trabajan formando cuadros de ciber pilotos de combate, pero todo en internet.
Y América Latina no es la excepción, ya existe por acá un conjunto llamado “Grupo de Operaciones Aéreas”, GOA, que tiene una sala de bienvenida, un lobby donde se reúnen los pilotos para planear o conocer las misiones, una escuela del aire, donde los “cadetes”, recibib3en pláticas de vuelo, de operaciones, protocolo, porque no puedes hablar mientras hay batalla, salvo cosas del combate, con biblioteca, archivo de misiones, expedientes aéreos de los integrantes, con sus misiones, antigüedad, aptitudes, grados de cada uno y demás. En la escuela tienen maestros, misiones de práctica, materiales audiovisuales e instructores que le acompañan en sus primeros vuelos y etc. Hay un “comandante” que inició con otros este grupo y es un gran conocedor de todo el tema, es sumamente amable y jovial, al igual que el resto de los integrantes y también hay normas de convivencia donde se privilegia el respeto y la cordialidad y se condenan las agresiones entre los integrantes del grupo, pero si se dan desavenencias, incluso en el grupo existe un comité que analiza y dictamina al respecto; en fin, es una organización muy interesante que surgió de manera espontánea, sin participación política y solo con el afán de divertirse con un tema, la guerra, que si bien es un asunto terrible, pues la realidad es que está presente en toda la historia de la humanidad, al igual que las pandemias y no se pueden evitar. Claro que estamos jugando y no jugamos a que matamos gente, ni siquiera se contempla en la en simulación y ciertamente no es el objetivo de este grupo porque en realidad se trata de adquirir habilidades técnicas que de otra forma serían imposibles de tener para cualquiera de nosotros, aunque no sirvan para nada, porque dudo que alguno del grupo se compre un avión de combate real armado, entonces, como se dice por acá, es “pura guaca”, pero muy interesante y ciertamente dificilísima.
Y para concluir el tema les comento que la empresa rusa que hizo el programa, pues no lo creó por altruismo, sino que programó también diversos aviones y escenarios de batallas reales, los vende bastante caros y mucha gente, en todo el mundo los compra. De hecho, a mí me encantaría comprar en algún momento, un avión F18 Hornet y el escenario del Golfo Pérsico, el cual viene con un porta aviones y la posibilidad de repostar combustible en el aire con un avión cisterna, sin embargo, como ahora se dice con mayor frecuencia, “mejor me compro calzones”.
¿Que parece locura?, pues sí, mi incrédulo lector, pero así son las cosas ahora y cada día nos asombraremos con nuevas sorpresas ofrecidas a través de Internet. Ya lo verán con el tiempo.