
Teléfono rojo
Los Salgado, en el ojo del huracán
Tras las reformas a los estatutos del partido Morena, que impedirán el nepotismo, la no reelección y despilfarros de recursos públicos, la familia Salgado –la gobernadora Evelyn Salgado Pineda y su padre, el senador Félix Salgado Macedonio– son ahora objeto de un alud de ataques y guerra sucia, principalmente en las redes sociales.
Ningún político está muerto, hasta estar tres metros bajo tierra. Es la máxima popular. La gobernadora Evelyn, ganó la gubernatura por más de 600 mil votos, mientras que su padre Félix, todas las elecciones las ha ganado en urnas. Nada le han regalado, ninguna curul plurinominal.
Pareciera fuego amigo, el alud de ataques de que son objeto los Salgado; es decir, que la guerra sucia provendría del mismo partido en el que militan, Morena.
Muchos ya festinan un posible debilitamiento tanto de la mandataria estatal como del polémico senador Salgado Macedonio, de cara al proceso electoral 2027. Pero ya han logrado salir avante ante otras crisis.
Félix, a decir verdad, cuenta con base social, principalmente los que menos tienen: los pobres, los necesitados, los lumpen e ignorantes. Las clases sociales medias, medias altas, los ricos y la burguesía, no respaldan a Félix, escasamente algunos.
Un fuerte revés podría llevarse todos aquellos que se obstinan en atacar con guerra de lodo a los Salgado, principalmente a Félix, a quien ya no desean ver en la papeleta electoral del año 2027.
Félix, quien es un veterano político de colmillo retorcido –viejo lobo de mar– dice que esperaría participar en la elección para gobernador hasta el año 2033. Afirma sentirse todavía chamacón.
El senador podría continuar su carrera política, porque cuenta –atención– con su principal aliado: AMLO. Dicen que “político sin padrino, es hombre muerto”. En esta máxima popular, nada diferencia hoy al viejo PRI del nuevo partido hegemónico, Morena. Parecen calcas.
Entonces, todos aquellos que ahora atacan a los Salgado a través de las redes sociales y cuanto medio pueden, podrían estar perdiendo su tiempo en una inútil guerra sucia, que se les podría revertir.
Félix –mucho ojo– podría recurrir a recursos jurídicos legaloides, en un primer escenario para poder continuar su carrera política; más ahora, que habrá jueces y magistrados “electos por el pueblo”.
El senador Toro podría cambiar de partido, llegado el caso; pero por ahora permanece en Morena. Dice que respalda los cambios a los estatutos de Morena y que respeta mucho las decisiones de la Presidenta Claudia Sheinbaum, pero en política nada está escrito.
Los sacerdotes de la política afirman que la lealtad no es un cheque en blanco, es un compromiso mutuo. De momento, los Salgado continúan en Morena, pero si los ataques contra ese clan continúan podrían afectar a la 4T, y tal vez provocarle alguna fractura. Ya se verá el daño.
Es decir, si Morena traiciona a los suyos, no debe sorprenderse que éstos dejen de ser leales. El pueblo guerrerense lo entendería.
Como se ve, esa guerra sucia o de estiércol, más que dañar la imagen de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda podría fortalecerla, porque ella no está reñida con la ciudadanía. Tiene pueblo. Su trato a la ciudadanía es bueno. Es aceptada en toda la entidad.
Hace un papel aceptable y tiene la aprobación del pueblo guerrerense; por ello está situada en un sexto lugar, como una de las mejores mandatarias del país.
Quizás la guerra sucia le afecte a la mandataria y baje un punto porcentual. Eso se reflejaría dentro de un par de meses, mediante una encuesta seria realizada por alguna empresa profesional. O puede subir más. Es impredecible tal fenómeno… Punto…