Corrupción neoliberal
Astudillo: fórmulas para gobernanza
“Celebro que tengan un buen gobernador como Héctor Astudillo”, fue la frase que lanzó el presidente Andrés Manuel López Obrador al pisar suelo guerrerense. ¿Por qué lo diría el mandatario de la nación?
Respuesta: AMLO tiene el pulso de todo lo que acontece en México; sabe del comportamiento y trabajo de los 32 gobernadores del país. Tiene su aparato informativo –espionaje- que minuto a minuto le informa cómo está y camina la nación.
Lo que sabe el presidente AMLO, es que el gobernador de Guerrero emprende un periplo por toda la entidad; visita cada uno de los 81 municipios, convive con la gente, la escucha y está cerca de todos los guerrerenses.
La espiral de la violencia bajó notablemente gracias a operativos que se hacen en el estado con respaldo del Ejército Mexicano, Guardia Nacional, Marina Armada de México, FGR, la Fiscalía de Guerrero, policía estatal y los municipales.
El presidente AMLO está bien enterado que el gobernador Astudillo Flores, aplica fórmulas para conseguir la gobernanza; el mandatario estatal tiene un eficaz Secretario General de Gobierno -Florencio Salazar Adame-, encargado de la política interna, y su equipo se esmera en hacer bien las cosas.
El gobierno astudillista mantiene buenas relaciones con la Iglesia Católica y el resto de corrientes y agrupaciones religiosas; hasta sectas que adoran al “chamuco”. Al Obispo Salvador Rangel, le gana el protagonismo, se excede, pero coadyuva para la gobernabilidad.
Si se revisa bien, el gobierno encabezado por Astudillo Flores, no está confrontado con ningún grupo político; prueba de ello, el pasado domingo 6 durante el informe del senador Manuel Añorve Baños; el evento se convirtió en cónclave de ex gobernadores de la era priista con Rubén Figueroa y René Juárez.
Ha sido inteligente el mandatario Astudillo Flores, al mantener sólida relación con el partido que ganó las elecciones del pasado año: Morena y el resto de los institutos políticos, incluyendo organizaciones sociales y “lucradores sociales” (viles chantajistas, extorsionadores).
Si algo caracteriza al régimen astudillista es su respeto a la libertad de expresión no solo de los comunicadores profesionales sino también quienes piensan diferente, como los del Morena y sus llamados “peje-zombis”, “chairos” o “peje-bots”.
A nadie se le persigue o se encarcela por sus ideas exóticas. Ningún periodista está preso por su forma de redactar o pensar. Han muerto periodistas de Guerrero pero por circunstancias ajenas a la profesión.
En tiempos pasados, durante las décadas de los años 70 y 80, existía una brutal relación entre gobierno y la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro). El saldo fue de muertos, heridos, perseguidos, encarcelados y hasta desaparecidos, todos de la UAGro. Eso ya acabó.
Hoy, son excelentes las relaciones entre el gobernador Astudillo Flores con el Rector de la UAGro, Javier Saldaña Almazán. Ambos recorren planteles, inauguran edificios, dotan de equipos y emprenden labor de impulso a la academia, la ciencia y el deporte.
Pese los desmanes que perpetran normalistas de Ayotzinapa, “maestros” de la mafiosa Ceteg y sus violentos infiltrados, el gobierno estatal no los ha reprimido a chingadazos como lo hicieron ex gobernadores de la era perredista. No es el estilo de Astudillo reprimir radicales.
Lo que hace el mandatario Astudillo Flores junto con su esposa Mercedes Calvo de Astudillo, es recorrer los 81 municipios del estado, para llevar apoyos a la gente necesitada, entregar ambulancias, inaugurar y aperturar carreteras y clínicas o aulas.
Las estadísticas no mienten, eso lo sabe el presidente AMLO: Guerrero bajó su espiral de violencia; se acabaron las balaceras en pleno día, sobre todo en Acapulco. La violencia se fue a: Guanajuato, Veracruz, Morelos, Estado de México, Baja California o Quintana Roo.
Como consecuencia de lo anterior, el gobernador Héctor Astudillo Flores ya se encuentra entre los 12 mejores gobernadores del país, por su buen trabajo.
Los mandatarios peor evaluados son: Cuauhtémoc Blanco Bravo (Morelos) quien tiene un medio hermano incómodo -Ulises Bravo- quien hace y deshace y hasta da órdenes a los diputados del vecino estado. ¡Qué tal!… Eso, no ocurre aquí.
Al mandatario de Guerrero, Astudillo Flores, le tocó, primero, coordinarse con el ex presidente Enrique Peña Nieto, tres años; luego otros tres años con el jefe de la nación AMLO. Héctor, hace bien la tarea como político profesional, sin importar filiaciones políticas ni colores.
Sirvió mucho la última visita que hizo a Guerrero –La Unión de Montes de Oca- el presidente AMLO pues corroboró las pésimas condiciones en que opera el sistema de salud estatal, que está por los suelos; eso mismo dijo AMLO y ofreció “levantarlo”.
“La patria es primero; podemos ser de partidos distintos pero cuando ya se llega al gobierno hay que trabajar para todos”, expresó el presidente AMLO… ¡A ver si cumple!
Como se ve, es magnífica la relación entre el gobernador Astudillo Flores con el presidente AMLO, en la víspera de que Héctor rinda su cuarto informe de labores.
Hace más de 24 horas el Secretario General de Gobierno, Florencio Salazar, entregó por escrito el contenido del cuarto informe del gobierno estatal al Congreso Local, al Presidente de la Mesa Directiva, diputado Alberto Catalán Bastida (PRD). David Guzmán Maldonado, Secretario de Planeación estuvo presente en el acto.
Héctor Astudillo Flores, acudirá al Congreso Local el próximo 17 del mes en curso, para dirigir un mensaje con motivo de su cuarto año de periodo constitucional, como lo marca la ley…
Punto.