Teléfono rojo
Astudillo: a media tabla y crece
Ni los eventos de excesiva violencia, como los enfrentamientos entre grupos de autodefensas, o los sangrientos hechos generados por el crimen, han logrado frenar la obra del gobierno estatal ni tampoco los programas sociales. El mandatario estatal, Héctor Astudillo Flores, tiene gran aceptación de la ciudadanía y su imagen pública va a la alza.
Mitofsky, una de las empresas consultoras de más prestigio en el país, propiedad del prestigiado analista Roy Campos, dio a conocer su última encuesta donde se revela que el gobernador Astudillo Flores, cuenta con una creciente aprobación y confianza de la ciudadanía estatal, con un 38.3%. Héctor, se encuentra a más de media tabla nacional, por su trabajo persistente y efectivo.
Hace poco menos de cinco años, Astudillo Flores había recibido una entidad casi incendiada; las finanzas estaban quebradas. Así las dejó su antecesor interino, Rogelio Ortega Martínez junto con la caterva de corruptos saqueadores universitarios y trasnochados de la “izquierda”.
Guerrero, casi estaba en la ingobernabilidad, pero mediante trabajo constante, aplicando programas y acciones, fue como el mandatario constitucional, Astudillo Flores, logró que la entidad volviese a la normalidad, las instituciones funcionaran y la gente recuperara la confianza hacia los poderes. Astudillo logró la gobernabilidad.
En Guerrero existen grandes problemas ancestrales como: pobreza extrema, desigualdad social, falta de oportunidades, inseguridad, violencia y narcotráfico con sus consecuencias nada gratas.
Sin embargo, el gobernador Astudillo Flores, ha conseguido poner orden y paz en sitios considerados focos rojos, donde existen y se combinan intereses con poderes fácticos. Resulta difícil apagar fuegos en un sitio; inmediatamente surgen llamas en otros. Nada fácil resulta gobernar esta entidad.
Sin embargo, con el gobernador Astudillo Flores, Guerrero tiene rumbo, existe aprobación de la ciudadanía hacia su gobierno; le tienen confianza a su trabajo, de acuerdo a la última encuesta levantada por la consultora Mitofsky. La encuestadora recibió mucho más opiniones positivas que negativas.
Las cifras ilustran:
Astudillo se encuentra en la media nacional de aprobación con un 38.3%. En enero de este año era del 35.5%.
Y en el top de gobernadores con mayor incremento en su aprobación, el de Guerrero ocupa el segundo lugar con 2.8%, tan solo por debajo -mínimamente- de Campeche, pero supera a los de Tlaxcala, Michoacán y Baja California, entre otros.
Las diferencias son notables en las cifras: en agosto del 2019, el gobernador Astudillo se encontraba en el lugar 21 de la tabla nacional con 31.8%, y fue creciendo firme pero paulatinamente. “Más vale paso que dure y no trote que canse”, dice el dicho popular.
Para febrero del 2020, el mandatario estatal Astudillo logró colocarse en el lugar 15, con 38.3% de aceptación, lo cual indica que va a la alza, con un gran índice de confianza. El primer lugar lo ocupa la gobernadora priista de Sonora, Claudia Pavlovich; el de menor índice es el de Michoacán, Silvano Aureoles (perredista), y de Puebla, Miguel Barbosa (morenista).
Por increíble que resulte, el estado de Yucatán, cuyo gobierno (morenista) aún está situado en primer lugar como entidad modelo, va a la baja.
Morelos, gobernado por el futbolista Cuauhtémoc Blanco, es el “patito feo”, y está en el último lugar con todos los negativos de: inseguridad, violencia, balaceras, ejecuciones, levantones, feminicidios, etc. Resultó “malito” para gobernar a los morelenses, el cascarrabias “Cuauh”. Hasta “extrañan” a Graco.
El resultado de la encuesta hecha por la empresa Mitofsky, resulta lógica, porque desde que el gobernador Astudillo Flores asumió el cargo de gobernador, no descansa, no tiene vacaciones junto con su esposa la señora Mercedes Calvo de Astudillo quien en mucho le apoya para cumplir con distintos programas sociales.
El mandatario estatal Astudillo, está alerta las 24 horas, monitoreando las regiones y viendo el asunto de la seguridad, un aspecto vital, para prevenir el delito y/o contingencias donde se hace necesaria su presencia para apagar fuegos y que no estallen los conflictos.
Un gobernador que se duerme, o comete el error de facultar el poder a irresponsables, es un servidor público que va al fracaso. Astudillo está en lo suyo: trabajar por Guerrero, las 24 horas. El mañana no existe.
Casi estamos en la antesala del proceso electoral del 2021, donde se elegirán al próximo gobernador de Guerrero, los 81 alcaldes, y los 28 diputados locales y los 9 federales.
La mayoría de los guerrerenses esperan un proceso comicial en paz y concordia, para lo cual el gobernador Héctor Astudillo Flores trabaja para dar certidumbre, y cada día los ciudadanos le tienen mayor confianza a su régimen…
Punto.