Sin mucho ruido
A 20 días, ¿elección de Estado?
Lo que más arrecia es la guerra sucia -el estercolero- a través de las redes sociales. Se dan con todo tres de los cuatro candidatos a la Presidencia de la República, AMLO (47.8 por ciento), Anaya (26.1 por ciento) y Meade (22 por ciento), de Morena, panista y priísta. Jaime Rodríguez, El Bronco (4.1 por ciento) no levanta.
De todo se acusan los candidatos presidenciales: de corruptos, ladrones, lavadores de dinero, saqueadores de la riqueza nacional, vinculados a la delincuencia de cuello blanco, etc.
Los candidatos que han sido objeto de más ataques a través de las redes sociales son: AMLO, Anaya y Meade. Pero en las últimas horas los expertos en guerra sucia -al servicio de Meade- han enfocado sus baterías contra el panista Anaya para “bajarlo”.
“Vulgar ladrón, se clavó una lana y la PGR debe actuar”, le recriminó Meade a Anaya cuando el priísta se subió al ring.
En respuesta, Anaya llamó a Meade “mosquita muerta” y propuso que se investigue al presidente Peña Nieto. La estrategia de Meade es subir al segundo lugar de la competencia, y quedar de tres a cuatro puntos porcentuales del puntero AMLO.
Lo que sigue, es otra estrategia que el PRI tiene bien ensayado para ganar comicios como ocurrió hace un año en Edomex, donde se realizó una elección de Estado Mexicano, donde operó todo el aparato estatal y corrieron ríos de dinero con el resultado que todos conocemos: Ganó el “tri” la gubernatura mexiquense.
Añorve: tendencia ganadora
Ninguno de los candidatos de los partidos que se dicen de “izquierda” de “derecha” o “ciudadanizado” hacen campañas formales, ni han recorrido la entidad; ni siquiera la mitad de los 81 municipios. Sólo uno de los aspirantes al Senado: Manuel Añorve Baños ya le dio la vuelta a Guerrero y visitó las siete regiones, incluidas las “zonas calientes”.
Manuel Añorve, ex alcalde de Acapulco y ex diputado federal, pretende que la gente le de su voto en las urnas; no es de aquellos candidatos a senadores que se tiraron a la hamaca. El candidato priísta quiere ganarse el sufragio, por eso hace campaña real, a ras de tierra y tocando puerta por puerta
Hay un candidato de “izquierda”, al que le llaman “toro sin tuercas”; éste NO hace campaña. Se aparece en mítines de AMLO, y publicita fotografías añejas, simulando hacer campaña; todo un fiasco que nadie cree.
También existe otra señora candidata a senadora de “izquierda” (Mojica) que se ha pasado todo el tiempo haciendo denuncias y acusaciones a diestra y siniestra, sabedora que cayó al tercer lugar en las encuestas. La dama, también se le “cuelga” al ex gobernador (Aguirre) para aprovechar reflectores.
Grupos de perredistas se han sumado a la campaña de Manuel Añorve, y éste hace propuestas viables a la ciudadanía para el fortalecimiento de las familias, y en apoyo de adultos mayores, campesinos, amas de casa, madres solteras y jóvenes.
Si el electorado analiza bien su voto y revisa quiénes de los candidatos hacen reales campañas -sin simulaciones-, Manuel Añorve, debe ser finalista para llegar al Senado, por méritos propios, porque a la gente le habla con la verdad, sin demagogia.
A la fecha, la opinión pública NO ha escuchado que Manuel Añorve se confronte contra nadie, ni tampoco propone divisiones o lastime a alguien de la sociedad. Añorve ha sido respetuoso, y su campaña es de propuestas positivas; igual su compañera de fórmula, Gabriela Bernal Reséndiz.
MAL, no gana round, pierde
Si se revisa bien el caso del alcalde con licencia Marco Antonio Leyva (MAL), quien sale perdiendo más es el defenestrado munícipe quien ya arrastra el estigma de canguro (rata gigante).
Si el Congreso local reinstala a MAL, a éste inmediatamente le tienen preparada la revocación de mandato y listas órdenes de aprehensión, no precisamente por honesto.
MAL, piensa que con la decisión del Tribunal Federal Electoral, para que se le reinstale, ya puso en ridículo a los poderes Ejecutivo y Legislativo. Se equivoca totalmente.
Existen documentos contables, chequeras, retiros de dinero (millones), desviación y malversación de recursos del erario público, por un monto que superan 120 millones de pesos, pruebas contundentes. Todo atribuible al periodo de MAL, y se configura en delito de peculado.
Falta que actúen la Fiscalía General del Estado (FGE), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la PGR contra MAL. Como se ve, MAL no las tiene todas consigo.
Al tiempo…
Punto.