Teléfono rojo
¿Festejos patrios o funerales?
Hace diez años en el Zócalo de Morelia, Michoacán, manos asesinas arrojaron granadas de fragmentación que provocaron 8 personas muertas y 130 lesionados, la noche del 15 de septiembre del 2008.
En Guerrero, fue preferible que seis ayuntamientos hayan cancelado el llamado Grito de Independencia y los respectivos festejos patrios. Era mejor no exponer a la población a ataques armados de la delincuencia.
La delincuencia amenazó a los alcaldes de seis municipios de que la noche del pasado 15 de septiembre actuaría violentamente contra la ciudadanía que acudiera a los festejos patrios. Los munícipes hicieron lo correcto: cancelaron el Grito y los festejos patrios.
Los criminales no arrojan flores o regalos; los delincuentes disparan balas contra sus objetivos que son las autoridades, pero en el fuego cruzado suceden daños colaterales; la población queda en medio de la guerra y ocurren desgracias que esta hora todos estarían lamentando.
Hay quienes dicen que “existe ingobernabilidad y hasta crisis de régimen en el estado de Guerrero”; que se “afecta la vida cotidiana de los guerrerenses y que las instituciones están siendo rebasadas”. Nada de eso ocurre.
Lo que se impuso fue la sensatez y la prudencia; a eso no se le puede llamar “ingobernabilidad” o “crisis de régimen”. Precisamente, el régimen es responsable porque actuó evitando desgracias. Los alcaldes actuaron bien, con sentido responsable. Ya habrá tiempo para festejos.
Si no había condiciones para que la noche del 15 hubiese Grito de Independencia y festejos, pues ni modo; más adelante pueden gritar todo lo que quieran y festejar la Independencia nacional. Preferible la cancelación de ese evento que los funerales de personas.
Por muy importante que sean las fiestas patrias, es mucho más importante la vida de muchas personas en los seis municipios donde no hubo Grito de Independencia.
Los municipios donde se cancelaron eventos, son: Atoyac de Álvarez, Petatlán y Coahuayutla, región Costa Grande; Huamuxtitlán, Cochoapa el Grande y Copanatoyac, región La Montaña. En esos lugares no hubo Grito de Independencia ni festejos, por previas amenazas de la delincuencia.
En Morelia, Michoacán, hace diez años las autoridades estatales habían recibido amenazas de que “algo iba ocurrir” la noche del 15 de septiembre. Y ocurrió lo fatal.
Las autoridades michoacanas hicieron caso omiso; no hubo detectores de metales en las entradas del Zócalo; los criminales entraron como en su casa, arrojaron granadas y dejaron una estela de muerte y desolación: ocho fallecidos y más de un centenar de heridos.
A diez años de aquel atentado terrorista en Morelia, el saldo sigue siendo trágico: Hay estrés post traumático, amputación de piernas y brazos, tanto a hombres como mujeres y niños; casi no hubo castigo a los culpables. La ayuda oficial a los afectados es raquítica; existen graves secuelas de aquel ataque con granadas.
Cancelar en 6 de 81 municipios el grito y festejos patrios, no significa nada, en eso coinciden muchas opiniones; sin embargo para las voces radicales tal suspensión es “síntoma de debilidad, de crisis y hasta ingobernabilidad”. Preferible cancelar media docena de festejos que acudir a los funerales de menos o igual número de personas.
La sensatez y la prudencia valen más que un acto de irresponsabilidad. Que la gente escoja: ¿Fiestas patrias o funerales?
Mansión de empresario, no del fiscal
Este día el Fiscal General del Estado (FGE) Jorge Zuriel de los Santos Barrila, con documentos en mano les comprobará a los diputados locales que NO es propietario de lujosa mansión de diez millones de pesos en Acapulco. El dueño de la residencia es: Rodolfo Castillo Hernández, empresario.
El diario Reforma de Ciudad de México, el pasado 5 del actual tituló una nota en primera plana: “Estrena Fiscalía y Mansión”, en alusión al Fiscal General del Estado De los Santos Barrila, quien fue llamado a comparecer ante el pleno del Congreso, por la falsa nota informativa. Qué lamentable.
Mediante documentos oficiales proporcionados por el Registro Público de la Propiedad y el Comercio, el titular de la FGE demuestra que él no adquirió inmueble alguno en Acapulco.
La mansión aludida está ubicada en: Lote B-9C del Condominio Villas de la Cima, en la Avenida Escénica en Cumbre de Llano Largo, y el propietario es Rodolfo Castillo Hernández, quien pertenece a la firma “Trinidad y Asociados”, radicada en la Ciudad de México y con oficinas en la zona conurbada de Acapulco.
Es el Notario Público Número 4, Eduardo Nozari Morlet, quien expidió la escritura pública 24442 del 9 de septiembre del año 2017, a favor de Castillo Hernández.
El titular de la FGE De los Santos Barrila envió documentos al Congreso Local sobre el auténtico dueño de la mansión en Acapulco, misma que falsamente le acreditó el diario Reforma.
Este día el titular de la FGE, De los Santos Barrila, comparecerá ante el Congreso Local, única y exclusivamente para aclarar la pertenencia de la famosa mansión.
Lo lamentable es que sea un diario de Ciudad de México el que marque la agenda del Congreso Local, existiendo tantos problemas en el estado que pueden ser abordados y resueltos por los 46 diputados; y lo que es peor: Que a ciertos diputados se les olvide que ellos -como Poder Legislativo- son coadyuvantes para la gobernabilidad en Guerrero… Punto.