Teléfono rojo
Alcaldes: en horas, dejarán el poder
Hasta la última gota de leche intentó exprimirle a la ubre de la vaca municipal el alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva (MAL), a unas horas de dejar el cargo y en total banca rota al Ayuntamiento capitalino, con deudas, sin suficiente agua, basura en todas las calles y miles de baches por todos lados.
Voraz y depredador del presupuesto como se significó MAL en los últimos tres años, ayer todavía reclamaba que la CAPAEG le entregara dos millones de pesos para emprender una supuesta obra de agua potable para un fraccionamiento. Una mentira urdida por el corrupto alcalde, el peor de todos los tiempos.
Justo a tiempo, la CAPAEG puso freno al rapaz alcalde MAL, quien pretendía llevarse otros dos millones de pesos a sus cuentas bancarias, luego de hundir en la peor crisis económica, administrativa, política y social a Chilpancingo, la capital más horrible del país, gracias al mediocre gobierno municipal que encabezó el priista en mención.
Contadísimos son los casos de alcaldes que dentro de cuatro días dejarán sus cargos, con saldos positivos y con cuentas claras tanto en lo económico como administrativo; con saldo hacendario para el pago del aguinaldo a las plantillas de trabajadores.
Pese a la espiral de la violencia, podríamos mencionar unos cuatro ayuntamientos que no tendrían problemas en su entrega recepción y que también dejarán cuentas claras y recursos para el pago no solo de aguinaldos sino para cubrir las siguientes quincenas.
Eduardo Neri –Zumpango del Río-, encabezado por el alcalde perredista Pablo Higuera Fuentes, además de emprender unas 280 obras, tanto en la cabecera municipal como en las 23 comunidades, no heredará deudas a la nueva comuna; cuenta con una bolsa de recursos para el pago de aguinaldos y otros emolumentos. Por el momento en Eduardo Neri, volvió la paz y la concordia; no se han registrado eventos violentos en la víspera de la entrega del poder municipal. Pablo se va con la frente en alto por haber cumplido cabalmente su función.
Chilapa: gobernado por el priista Jesús Parra García, quien se reeligió en el cargo porque la ciudadanía le depositó su confianza, es otro municipio donde el alcalde ha hecho obras en más de un centenar de comunidades de la baja montaña. Los trabajadores cobrarán sus aguinaldos y laboran sin contratiempos; no existen conflictos al interior de la comuna. La Espiral violenta tampoco impide la obra pública.
Iguala: Herón Delgado Castañeda, alcalde de extracción priista, informó que dejará en caja diez millones de pesos para que el nuevo alcalde de Morena, Antonio Jaimes Herrera pueda continuar 18 obras, en tanto continúan trabajos de remodelación del palacio municipal. El pago del aguinaldo a los empleados está garantizado así como otros compromisos contraídos por la comuna.
Tlapa: Jesús Noé Abundis, priista, es otro de los presidentes municipales que han hecho un aceptable papel. No registra problemas para el pago de la nómina municipal. Va al corriente en su cuenta pública ante la ASE, cubrirá el pago de aguinaldos a los empleados más otros adeudos y entregará la comuna a su sucesor de Morena, sin conflictos.
De los 81 alcaldes que dejarán el cargo el último día del mes en curso, la mayoría se van con más pena que gloria; por la puerta trasera, como son estos los casos más visibles:
-Evodio Velázquez Aguirre, de Acapulco y Marco Antonio Leyva (MAL) de Chilpancingo; el primero perredista, el segundo priista. Llevan arrastrando consigo el estigma de la corrupción al más alto nivel.
Es posible que Evodio y MAL busquen cobijarse en el partido Morena, con la esperanza de que algún día el jefe de jefes de ese partido -AMLO- los purifique con su “dedito mágico” y pasen a formar parte de la “nueva mafia en el poder”… Punto. [email protected]