Teléfono rojo
Astudillo: ¿cohabitación cómoda?
Sin la fatídica y sangrienta espiral de la violencia, el gobierno que encabeza Héctor Astudillo Flores, sería de excelencia. Desgraciadamente no es así. La violencia opaca la buena obra estatal.
El periodo sexenal de Astudillo Flores se vio en cierto riesgo por la amenaza de los poderes fácticos y el negativo saldo de decenas de muertos, atribuibles a la delincuencia.
Ni un solo día ha parado labores el gobierno encabezado por Astudillo Flores; en cada una de las 7 regiones existen obras de importancia; hay inversiones y desarrollo.
Sin embargo, ni las obras buenas, las inversiones, tampoco la promoción turística de los tres polos -Acapulco, Taxco e Ixtapa-Zihuatanejo- poco le atrae a la opinión pública que diariamente es bombardeada por infinidad de notas con difamación y alarmantes, a través de las redes sociales.
A las mayorías, desgraciadamente les gana el morbo, la nota roja, los informes negativos, la incidencia delictiva con saldo de muertos, heridos, desaparecidos. Qué lamentable la pérdida de valores y poco reconocer el trabajo arduo que emprende el gobierno estatal y el federal.
A partir de mañana el gobierno encabezado por Astudillo Flores estará arribando a la mitad de su camino sexenal, en medio de la espiral violenta y ante la cercanía de un nuevo gobierno -federal- que encabezará el presidente (electo) Andrés Manuel López Obrador.
El gobierno de Astudillo Flores, puede estar tranquilo pues ya no existe “fuego amigo”; los grupos políticos del PRI dejaron de ser un riesgo para la estabilidad del mandatario; por lo menos durante los próximos seis años.
Quienes pusieron en jaque al gobierno estatal son los grupos delictivos, los llamados “poderes fácticos” y sus células operadoras en distintas partes del estado; pero no fueron más allá ante la fuerza y presencia del Estado Mexicano en su conjunto, para contenerlos.
También los grupos embozados que manejan a las policías comunitarias han puesto en cierto riesgo la estabilidad política de Guerrero, como son: la CRAC, el FUSDEG y la UPOEG.
Esos grupos que supuestamente vigilan y previenen delitos y hasta los castigan, ya ni se sabe para quién trabajan; lo cierto es que todos ellos infieren temor entre la población. La gente los ve con miedo y desconfianza.
Lo que deviene para el gobierno estatal, es la presencia de una “nueva clase política” opositora no solo a nivel local sino nacional; un nuevo estilo de hacer política, de políticos oportunistas, aventureros que tienen una gran ambición y sed por el poder, o que nunca lo han tenido.
A ese tipo de politiquillos chicharroneros ya los enfrenta el Poder Ejecutivo estatal; a verdaderos animales políticos, viles y perversos -de poca monta- que le pondrían verdaderas rocas en el camino al gobernador Astudillo Flores, para hacerlo caer y fracasar.
Los integrantes de la “nueva clase política” dan muestras de que vienen por todas las canicas; venden ilusiones y espejitos a incautos y pendejos; son verdaderos lobos con piel de oveja.
De estos últimos, deberá cuidarse más el gobernador Astudillo Flores; ya no de los priistas. Éstos, todavía no se reponen del chingadazo desde el pasado 1 de julio cuando perdieron la presidencia de la República, gubernaturas, senadurías, diputaciones, congresos locales y alcaldías.
En la víspera para acudir ante el Congreso Local y rendir su tercer informe de labores -miércoles 17- el gobernador Astudillo Flores es objeto de ataques a través de redes sociales por parte de sus “enemigos gratuitos” y hasta de traidores que ahora prenden incienso a los políticos de “nuevo cuño”.
El objetivo de los “neo políticos” sería “desgastar” a la administración del gobernador Astudillo Flores; a sus colaboradores y hasta familiares.
Los golpeadores no tienen límites. Todos los políticos son vulnerables, incluidos los de Morena. ¿O no es así, diputado Arturo Martínez Núñez?
Esos golpeadores, a través de las redes sociales, pretenden desacreditar al mandatario estatal ante la opinión pública y ante el presidente (electo) AMLO, quien durante su última visita al estado claramente dijo que en Guerrero, el único que tiene el mando es el gobernador Héctor Astudillo Flores; nadie más.
Al gobierno estatal encabezado por Astudillo Flores, todavía le faltan tres años para culminar su periodo sexenal, y a partir el primer día de diciembre tendrá que coordinarse con el federal que encabezará el presidente AMLO.
La ciudadanía no sólo a nivel estatal sino nacional está expectante por ver cómo gobernará el presidente AMLO a partir del primer día de diciembre.
Ante la cercanía para que AMLO asuma el poder, se ha visto que el gobernador Héctor Astudillo Flores tiene la mejor disposición para trabajar conjuntamente con la Federación, durante los próximos tres años; o sea hasta el 2021.
Astudillo Flores, ha dado suficientes muestras de que podrá cohabitar con el gobierno federal que encabezará AMLO, de quien se cree no arribará al poder tumbando gobernadores que no sean de su partido y/o agrado.
Veremos cómo viene tal cohabitación entre el presidente AMLO de Morena con gobernadores del PRI, PAN y otros partidos, como es el caso de Cuauhtémoc Blanco Bravo, del vecino estado de Morelos quien se identifica más con los colores del partido Encuentro Social… Punto. [email protected]