Sin mucho ruido
Beatriz Mojica: guerras de lodo
Desde que Beatriz Mojica participó y perdió como candidata a la gubernatura de Guerrero, no vuelve a la entidad con propuestas para mejorar el nivel de vida de los guerrerenses vulnerables, y menos para sugerir y aplicar programas en materia de seguridad. Prefiere el ataque contra quien la derrotó en las urnas: Héctor Astudillo Flores, gobernador del estado.
Como ave de tempestades, Mojica reaparece cada vez que ocurre alguna desgracia, como la masacre de 28 reos del penal de Acapulco. Acusó, sin fundamento alguno, al gobierno estatal de “no impedir la riña entre presos”. ¿Quién desea meterse en ese infierno? ¿Ella? ¡Ni pensarlo!
Los asesores de la secretaria general del PRD, Beatriz Mojica, seguramente la (mal) aconsejan para que lance más golpes contra el gobernador Héctor Astudillo Flores, como estrategia política para que la ex candidata –perdedora- repunte en el ranking a nivel estatal, de cara al proceso comicial del año 2018.
Mojica pretende ser candidata a senadora y lo que hace ahora es una anticipada y encubierta campaña con el aval de sus jefes Los Chuchos -Jesús Ortega y Jesús Zambrano-, quienes andan desesperados porque el dueño de Morena AMLO los repudia. El PRD casi naufraga a mar abierto con tiburones.
“No se sabe en que gasta el gobierno estatal el dinero para seguridad”, dice Beatriz Mojica, a manera de argumento para atacar al adversario-Astudillo- que la derrotó en las urnas hace poco más de dos años.
Quien le dio amplia explicación a Mojica sobre el manejo de los recursos que maneja el gobierno estatal -mediante cifras y todo-, fue el secretario de Finanzas Héctor Apreza Patrón, funcionario que se ha conducido con probidad y transparencia.
Sin embargo, Mojica trae abierta la herida, no sabe perder; es una política inmadura y rijosa igual que el júnior bipolar “priista” Rubén Figueroa Smutny.
Beatriz no asimila su debacle en las urnas, ignora que las derrotas no son eternas; que existe la cultura del retorno siempre y cuando el político derrotado trabaje con humildad, luche con y para su pueblo.
Eso mismo hizo Héctor Astudillo cuando Zeferino Torreblanca le ganó en 2005 la gubernatura, no se desligó ni desarraigó del pueblo de Guerrero, siguió trabajando con ahínco y honestidad, gestionando beneficios para su pueblo.
Y aunque Astudillo nunca le alzó la mano a Zeferino en señal de triunfo, no promovió ninguna guerra de lodo y estiércol contra el ganador de aquella contienda. Por eso, Héctor ganó la gubernatura en un segundo intento, en el 2015. La gente tiene memoria.
¿Qué acciones positivas emprende o ha emprendido Beatriz Mojica? ¡Ninguna! Solo fomenta odio y rencor, jamás beneficios para los guerrerenses.
¿A poco los gobiernos perredistas de Morelos, Tabasco, Michoacán y Ciudad de México son honestos, puros e impolutos? ¡Échese una vueltecita por esas entidades, doña Betty!
Si en estos momentos Beatriz Mojica fuese gobernadora de Guerrero, ¿se acabaría la violencia y la sangrienta guerra entre grupos de la delincuencia? ¿Se terminaría la pobreza en el estado? ¿Reaparecerían los 43 normalistas de Ayotzinapa? ¿Guerrero sería Disneylandia?… ¡Ni soñarlo!
Guerrero ya tuvo tres ex gobernadores “perredistas” –Zeferino, Aguirre y Ortega- y allí está la violencia extrema; está presente la pobreza, aunque no extrema; los 43 no aparecen. ¿Tiene Beatriz Mojica la varita mágica para cambiar el estado de cosas en Guerrero?… ¡Ni pensarlo!
Lo cierto es que los capos del PRD (Los Chuchos) ya le soltaron la rienda a su pupila Mojica para que haga lo que quiera, sobre todo la sucia precampaña de lodo contra el gobierno de Astudillo “para ver qué sale”; los Chuchos son muy diestros para la negociación. A ver si no terminan por “mercadear” a su becaria.
Lo que hace Mojica, insistimos, es una encubierta precampaña política por la candidatura rumbo al senado. La precampaña política perredista está barnizada de odio, rencor y lodo.
Beatriz, está en su derecho de participar en 2018, pero muchas veces las guerras de lodo y estiércol se les revierten a quienes las impulsan; ya veremos cómo le responde la ciudadanía a esta señorona que se siente dueña del PRD en Guerrero… Punto.