Teléfono rojo
“Lucradores” atrasan Guerrero
El atraso que viven pobladores de diversas zonas marginadas, en mucho se debe a la presencia de los mal llamados “lucradores sociales”, falsos líderes que azuzan a precaristas a la movilización violenta y radical, con la cínica consigna de chantajear a los tres niveles de gobierno, ya sea en efectivo o en especie. El negocio es grande.
A los “lucradores sociales” se les debe reprochar que no se hayan detonado ciertas zonas económicas del estado para la creación de fuentes de trabajo, permanentes o fijas. No les importa el desarrollo de Guerrero; les importa más el chantaje, la extorsión, como capos de la delincuencia.
Existen varios ejemplos: La Presa Hidroeléctrica de San Juan Tetelcingo, municipio de Tepecoacuilco, que jamás pudo construir la CFE hace menos de veinte años, porque los líderes –“lucradores sociales”- lo impidieron bajo el estúpido argumento de que, “quedarían sepultadas bajo las aguas sus raíces, su idiosincrasia, sus muertos”.
Esos nefastos líderes junto con sus acarreados bloqueaban (década de los años noventa y dos mil) la Autopista del Sol; chantajearon al gobierno estatal y federal al que le extorsionaron millones de pesos, e impidieron el desarrollo del Alto Balsas. Esos dirigentes eran vistos salir de los bancos de Chilpancingo, con bolsas repletas de dinero, producto de sus chantajes.
Hoy, miles de pobladores, en su mayoría indígenas del Alto Balsas, siguen viviendo en la vil pobreza; sus líderes, en la opulencia, disfrutando el dinero producto de la extorsión, y hasta son políticos y ocupan puestos de elección popular como es el casodel alcalde de Copalillo, Getulio Ramírez Chino.
Existen ejemplos de cómo otros de los belicosos y corruptos “lucradores sociales” se oponen al progreso y desarrollo de Guerrero: Marco Antonio Suástegui, dirigente de Bienes Comunales de Cacahuatepec, colindante con Acapulco.
Suástegui, cacique y líder, se opone junto con su gente a la construcción de la presa La Parota, que generaría un gran número de empleos directos e indirectos, y la zona sería detonada. En la Parota trabajarían muchos guerrerenses que ahora son deportados de los Estados Unidos, por el presidente Donald Trump.
Ayer, como verdaderos demonios se comportaron en Iguala de la Independencia más de doscientos integrantes de la organización “El Ángel de la Paz”, cuando agredieron a policías antimotines que evitaron el bloqueo a la carretera de cuota Iguala-Cuernavaca.
Los acarreados, son gente del ex alcalde perredista de Teloloapan, Pedro Pablo Urióstegui, experto en movilizaciones radicales. Mandó a su gente como carne de cañón contra la policía, pero a la vez exigía 200 mil pesos y la entrega de una tonelada mensual de diversos productos.
Los integrantes de la organización “El Ángel de la Paz” estaban armados con motosierras, machetes, palos, petardos, y se dio un connato de violencia con los antimotines sobre la carretera Chilpancingo-Iguala.
Trece integrantes de dicha organización fueron detenidos, les incautaron dos motosierras y tres machetes, cuando eran azuzados por Leovigildo Morales Garcés, quien a su vez recibíaórdenes del ex edil perredista Pedro Pablo Uriòstegui Salgado, de triste memoria en su natal Teloloapan donde lo repudian por su carácter bélico.
Los hechos ocurridos en Iguala de la Independencia, son una advertencia de que ciertas “organizaciones sociales” y sus siniestros y perversos líderes tienen planes de chantajear a los tres niveles de gobierno, ya sea en efectivo o en especie. Los “lucradores sociales” jamás proponen proyectos productivos para trabajar. Su comportamiento es de verdaderos delincuentes.
Muchos de esos líderes que bloquean carreteras, edificios públicos y todo tipo de acciones radicales y violentas, lo hacen por negocio; varios “lucradores sociales” viven ahora en la opulencia; son latifundistas urbanos y rurales, tienen negocios, cuentas bancarias, ranchos y propiedades en varios estados de la República. ¿Nombres?… En su momento se darán. La lista es enorme, y los membretes son muchos… Punto.