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CHILPANCINGO, Gro., 2 de noviembre de 2016.- El obispo de la Diócesis Chilpancingo- Chilapa, Salvador Rangel Mendoza insistió en que el gobierno del estado y líderes de los grupos delincuenciales deben dialogar para frenar la violencia en Guerrero.
En entrevista, Rangel Mendoza dijo coincidir con el arzobispo de Acapulco, Carlos Garfias Merlos quien ha declarado que el gobierno debe dialogar con el crimen para revertir la grave situación de inseguridad y violencia que se vive.
“Debe haber diálogo y encuentro para conocer nuestras ideas, y la paz en Guerrero se logrará si se sientan en la mesa a dialogar, para buscar el bien común y no sólo de ciertos grupos, porque sólo están buscando sus intereses políticos, económicos y el interés del trasiego de la droga, los exhorto al diálogo para no hacer daños a terceros”, detalló.
Al obispo se le consultó sobre la situación que se vive en Chilapa, donde la asociación Siempre Vivos de desaparecidos, buscan que el Senado de la Republica declare a ese municipio como zona de emergencia humanitaria, a lo que respondió “en Chilapa hay que irnos con mucho cuidado, porque hay grupos de la delincuencia y se dan esos choques. Y sí se puede hacer una declaración humanitaria, pero quedaría la duda de ¿Quién la va a respetar? Porque ahí en Chilapa habrá que investigar ¿Quién está meneando la rosa ahí?”