Hallan a un muerto en pueblo de Acapulco
CIUDAD DE MÉXICO, 14 de marzo de 2017.- Uno de los principales pendientes del gobierno federal en materia de seguridad es disminuir la percepción de inseguridad que generan delitos como el robo a casa habitación.
Pese a que según cifras oficiales este flagelo ha disminuido –sin contemplar la llamada cifra negra– aún existe una percepción negativa, lo que ha disparado entre la población la adquisición de equipos de seguridad como alarmas, cámaras de video y otros aditamentos.
Sin embargo, en un contexto de debilidad institucional, las bajas que se observan en la estadística delictiva pueden ser resultado de manipulaciones de las bases de datos, de malas prácticas ministeriales para clasificar los delitos, de rechazó al acceso a la justicia de las personas, de no registrar los delitos, de disuadir la denuncia de las víctimas, o incluso, de combatir el delito extrajudicialmente.
Así lo establece un estudio elaborado por el Senado de la República que reconoce el delito de robo a casa habitación, es una de las conductas ilícitas que más afectan el patrimonio de las personas, así como el robo a transeúnte, el robo a casa habitación, el robo a negocio y el robo de vehículos.
Según los resultados del documento parlamentario, el robo a casa habitación constituye apenas 13 por ciento del total de delitos del fuero común, pero que ha tenido un incremento del 26 por ciento de 2006 a 2012.
Para la Oficina del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el derecho humano a una vivienda adecuada “es el derecho de toda mujer, hombre, joven y niño a tener y mantener un hogar y una comunidad seguros en que puedan vivir en paz y con dignidad”.
Por tanto, la inseguridad en la vivienda atenta contra esta necesidad básica al alterar la estabilidad de la población, advierte el documento.
Más información en Quadratín México.