Grupo armado se metía a otras escuelas de Acapulco, revela rector

CHILPANCINGO, Gro., 2 de abril de 2018.- El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro) Javier Saldaña Almazán reveló que si le piden intervenir de manera institucional, aceptaría reunirse con capos del narcotráfico para lograr la paz.

En entrevista luego de firmar un convenio de colaboración con el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), el rector fue abordado sobre lo dicho por el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, quien reveló que en una reunión con capos, éstos se comprometieron a que no habrá más crímenes políticos, pero bajo la condición de que no haya compra de votos y que cumplan las promesas de campaña.

En respuesta, Javier Saldaña dijo que si esa fuera la solución y se lo pidieran de manera institucional lo haría y expresó de manera entrecortada que “si me dicen que tenga que yo intervenir pues por supuesto que me tengo que reunir con (el narco). Para lograr la paz hay que reunirse con (el narco). Para coadyuvar, sé que es delicado, pero uno tiene que poner sus capacidades, pero a mutuo propio no puedo ir a pedir un acto, de qué o cómo lo voy a cumplir”, precisó.

En la entrevista el rector reveló que hace unos dos meses hombres armados se llevaron a un supervisor de obra del campus que se construye en el poblado Llano Largo de Acapulco, quien pudo ser rescatado a tiempo. Afirmó que tras lo sucedido, se pidió presencia militar en la zona.

Agregó que se entrevistó con mandos militares porque se detectó que era un grupo que se metía en las escuelas ubicadas en esa zona y tras la vigilancia no ha vuelto a ocurrir.

El rector fue cuestionado sobre si el joven asesinado en plena alameda de Chilpancingo la semana pasada era estudiante de la Uagro como lo manejaron algunos medios de comunicación, a lo que respondió que este mismo lunes se reuniría con el área jurídica para tratar ese tema en específico, pues al cotejar el nombre dado al reconocerlo con la base de datos no se obtuvo que fuera estudiante.

Saldaña Almazán recordó que en un lapso de cinco años han sido asesinados 30 universitarios y que se ha apoyado a las familias en la medida de que se han encontrado los canales para llegar con ellos, aunque optó por no revelar cantidades por cuestiones de seguridad.