Destaca Sagadegro avances en la transformación del campo guerrerense
ACAPULCO, Gro., 14 de octubre de 2019.- El profesor del Instituto de Altos Estudios sobre América Latina (IHEAL) e investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo (IRD) de la Universidad Sorbonnne Nouvelle, Jean Rivelois dijo que hay una “utilidad social de los grupos criminales”, pues dan trabajo a los jóvenes, invierten una parte de sus ganancias en los pueblos y trabajan para asegurar un “orden público” en las zonas que controlan.
“Eso significa que están en una posición equivalente a la de los policías, si alguien desobedece tendrá que rendir cuentas en los espacios que controlan. Juegan el papel del Estado. El cobro de piso es un impuesto, ilegal, pero que paga la gente, los comerciantes”, expuso durante el primer día del curso taller convocado por el Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados Ignacio Manuel Altamirano (IEEPA-IMA) de la Universidad Autónoma de Guerrero (Uagro).
Advirtió que los integrantes del crimen organizado no son actores sociales, pero se pueden convertir en tales, porque “tienen la capacidad de influir en el nivel político”.
Añadió que al desempeñar el papel del Estado llenan un vacío institucional y por eso prosperan. “El vacío del Estado no es sólo policíaco, sino educacional, de servicios públicos, pues son ellos quienes ayudan y finalmente ‘son buenos’ y promueven el desarrollo”, expresó el sociólogo y politólogo especializado en violencia en México.
Analizó que la militarización de la lucha contra los narcos trajo consigo una reacción de militarización del país, derivado del tráfico de armas proveniente del trasiego de drogas desde Estados Unidos.
Tales fuerzas armadas, acotó, representan una equivalencia de la milicia y lo que significó la guerrilla en la década de 1970.
Dijo que los diferentes tipos de tráfico (drogas, armas y de personas) se realiza en complicidad con autoridades y, para acabar con ellos se debe cortar la relación entre policías, jueces y delincuentes dado que la norma dominante es la del más fuerte, porque “el estado de la naturaleza es la guerra de todos contra todos, lo que permite el surgimiento de un grupo más fuerte, el más asesino y el que no respeta derechos humanos, pero que hizo respetar sus propios derechos”.
El miedo, el terror es el método más utilizado en México, sostuvo y cuestionó “¿qué se hace cuando las fuerzas de seguridad se coluden con la delincuencia?”
“La mezcla entre los representantes del poder legal y los criminales forman un sistema que permite al crimen organizado prosperar. Lo que existe es una parte del sistema pues no hay ningún gobernante ser juzgado junto al Chapo o algún obispo”, ejemplificó.