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CHILPANCINGO, Gro., 20 de febrero de 2014.- En Mártir de Cuilapan arrancó la Cruzada Nacional Contra el Hambre el 13 de marzo del 2013; irónicamente, la población sufre de una de las peores hambrunas de la historia.
La tarde del miércoles, los comisarios y representantes populares de Mártir de Cuilapan acudieron a la capital para informar a través de los medios de comunicación, la situación de carencia alimentaria que padecen los habitantes.
El integrante del Consejo para el Desarrollo de los Pueblos del Alto Balsas, Victórico Ríos Mundo, lamentó la falta de apoyo gubernamental para atender a los damnificados del municipio tras la devastación que provocó la tormenta tropical Manuel.
Indicó que las lluvias atípicas del 14, 15 y 16 de septiembre devastaron 300 hectáreas de sembradíos de granos básicos, que alimentarían a la población de Mártir de Cuilapan durante el transcurso de este año.
Con las viviendas destruídas y el campo devastado, los habitantes de uno de los municipios más pobres del país esperaron la llegada de la ayuda gubernamental.
“La gente se alegró cuando se anunció la visita del gobernador, pero fue triste la realidad porque el gobernador llegó con trapeadores, escobas y franelas, algo ridículo porque en la región no hay pisos que trapear, porque la mayoría de las casas son de tierra”, recordó Ríos Mundo.
Agregó: “La gente no necesitaba trapeadores, necesitaba que les reconstruyeran sus casas, que se les indemnizara por los cultivos que se perdieron al cien por ciento”.
Pero la indemnización por cultivos no llegó. La Secretaría de Desarrollo Rural les informó a través del ayuntamiento que no se repararía el daño porque no se perdieron ni la mitad de las cosechas.
Los comisarios de Mártir de Cuilapan que asistioeron a la rueda de prensa lo confirman: no se salvó ni una sóla hectarea de los sembradíos para el autoconsumo de las familias.
“Todavía están las señas de que no hubo cosecha, nadie cosechó nada, ahí están los terrenos con el lodo al tope, ahí están los caminos destrozados”, subrayó Victorico Ríos.
Antes de la tormenta tropical Manuel, el municipio de Mártir de Cuilapan era “el laboratorio del desarrollo” con la implementación de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
Al ser uno de los municipios más pobres del país, el gobierno federal lo eligió como prueba piloto de la Cruzada.
Les prometieron acciones para garantizar la alimentación y mejorar los servicios de salud, vivienda, proyectos productivos e infraestructura carretera para impactar en los indicadores de pobreza extrema y carencia alimentaria.
Pero hoy, el municipio piloto de la Cruzada Nacional Contra el Hambre padece, irónicamente, de hambruna.
El representante del Consejo para el Desarrollo de los Pueblos del Alto Balsas lamentó que tras la tormenta tropical se agudizó la crisis alimentaria en el municipio, la cual aun prevalece a causa de la devastación de cultivos.
Por ello, reprochó la retención de despensas y apoyos que el DIF no entregó a los damnificados.
“La gente no tenía qué comer y el gobierno del estado estaba guardando las despensas, quien sabe para qué fin, es lamentable”, dijo.
Los comisarios y líderes sociales de Mártir de Cuilapan exigieron castigo a los responsables de lo que consideraron “un acto criminal”.
Respecto al apoyo del gobierno del estado, Victórico Ríos recordó que durante la visita que realizó Ángel Aguirre Rivero a la región, le solicitaron una audiencia para presentarle los principales problemas y afectaciones sufridas por las lluvias.
Pasaron cinco meses y ya suman siete audiencias suspendidas de última hora sin ninguna justificación del mandatario estatal.
“Pensamos que el gobernador no tiene interés en escuchar la problemática de Mártir de Cuilapan, en la región no estamos tan bien como dicen en los anuncios oficiales del gobierno federal, allí no han llegado los millones de pesos, ahí no ha llegado ni un peso”, lamentó el dirigente social.